18 de enero de 2013

FELIZ NAVIDAD, MR. LAWRENCE (Merry Christmas Mr. Lawrence)
(GB-Jap) General / Oshima / Antares-Nova / Asahi, 1982. 124 min. Color.
Pr: Jeremy Thomas. G: Nagisa Oshima y Paul Mayersberg, basado en la novela "The Seed and the Sower" de Laurens Van Der Post. Ft: Toichiro Narushima. Mt: Tomoyo Oshima. DP: Jusho Toda. Ms: Ryuichi Sakamoto. Dr: Nagisa Oshima.
Int: David Bowie, Tom Conti, Ryuichi Sakamoto, Takeshi Kitano, Jack Thompson, Johnny Okura, Alistair Browning, James Malcolm, Chris Broun.
El coronel Lawrence (Tom Conti) es un prisionero de guerra británico que domina el idioma japonés, lo que le permite actuar como intermediario (y amortiguador) entre los internados y sus carceleros.
El apuesto teniente Jack Celliers (David Bowie), apresado durante una misión, es enviado al campo de prisioneros donde se encuentra Lawrence.
En ese perdido lugar en medio de la jungla, la vida es muy dura y esa dureza se agudiza con el estricto y en ocasiones extraño sentido de la disciplina de los guardianes japoneses.
El capitán Yonoi (Ryuichi Sakamoto) es el comandante del campo y su envarada personalidad se ve ahora trastocada por una inconfesada atracción por el recién llegado Celliers.
La orgullosa insumisión de Celliers le acarrea duros castigos físicos infligidos por sus guardianes japoneses.
Amenazado continuamente, el capitán Hicksley (Jack Thompson) es el responsable ante el comandante japonés del campo de mantener un buen comportamiento de los soldados prisioneros y de suministrar la información que se le pida.
SINOPSIS: Java en 1942. En un campo nipón para prisioneros aliados situado en medio de una jungla, la actitud insumisa de un teniente inglés recién llegado provoca enfrentamientos con el joven oficial japonés a cargo del campo, con dramáticas consecuencias para ambos.
El carácter de Celliers le empuja en ocasiones a desafiar la autoridad de Yonoi. 
Tras ser torturado, un maltrecho Lawrence es obligado a presentarse ante Yonoi y su brutal sargento Hara (Takeshi Kitano) en la estancia donde rezan.
El capitán Yonoi, cuando está a punto de ejecutar a Hicksley, es sorpresivamente interrumpido por Celliers que le besa ante todos sus hombres.
Las consecuencias de tal afrenta al comandante del campo no se hacen esperar y Celliers  es castigado a ser enterrado en la arena.
Nuestro hombre, enterrado hasta el cuello, sufrirá una muerte lenta mientras Yonoi, turbado y atrapado en su exagerado sentido del honor y la disciplina, pasa lo suyo sin mover un dedo.
Han pasado cuatro años, la guerra ha llegado a su fin y las tornas han cambiado. Ahora Lawrence visita en su celda al sargento Hara la víspera de su ejecución.
COMENTARIO: Pese a que en su momento se intentara por parte de algunos emparentar precipitadamente esta película con "EL PUENTE SOBRE EL RIO KWAI", lo cierto es que más allá de un escenario común y de algunas concomitancias argumentales nada tiene que ver con el film de David Lean. Se trata más bien de un tenso drama, con momentos de gran impacto, dasarrollado en un contexto bélico (que aquí solo es una referencia) en el que afloran las tempestades internas provocadas por las contradicciones surgidas del careo de dos culturas in distress.
La película, más que describir la extrema dureza de la vida en un campo de concentración, sigue con especial atención la evolución de la compleja relación entre Yonoi, el ascético, estricto y ator­mentado comandante del campo (Ryuichi Sakamoto), y el ambiguo personaje del teniente Celliers adecuadamente incorpo­rado por el magnético David Bowie (me sobra el flashback “explicativo” con la torturada figura de su hermanito), desarrollándose entre ambos un peculiar love story, en medio del cual, arbitrando situaciones, se encuentra el pragmático equilibrismo del coronel Lawrence (Tom Conti).
Me gusta la efectiva “sencillez” expositiva por la que opta Oshima -sin renunciar a composiciones de gran belleza- eliminando vicios del subgénero y cualquier recurrencia al subrayado melodramático. En este sentido, quiero mencionar esa secuencia inicial que nos muestra el primer encuentro entre Yonoi y Celliers en la sala de juicio donde asistimos al instantáneo “flechazo” del primero por el segundo. Impagable.
“FELIZ NAVIDAD, MR. LAWRENCE” es un film tan elogiable en su forma como angustioso en su contenido, pese a percibirse, si establecemos comparaciones con obras anteriores de este realizador, un cierto empeño en acomodar su película a los parámetros que la hicieran legible (y vendible) en el mercado occidental. Descanse en paz Nagisa Oshima.

13 de enero de 2013

MIEL DE NARANJAS
(Esp-Port) Alta Producción / Fado Filmes / TVE, 2012. 101 min. Color. Panavision.
Pr: Enrique González Macho y Luis Galvao Teles. Pr Ej: Nieves Maroto, Daniel Bajo y Enrique G. Kuhn. G: Remedios Crespo. Ft: Gonzalo F. Berridi. Mt: Buster Franco. DA: Eduardo Hidalgo Jr. Vest: Lena Mossum. Ms: Nuno Malo. Dr: Imanol Uribe.
Int: Iban Garate, Blanca Suárez, Karra Elejalde, Eduard Fernández, Ángela Molina, Nora Navas, Barbara Lennie, Carlos Santos, Antonio Dechent, Marcantonio Del Carlo, José Manuel Poga, Jesús Carroza, Fernando Soto, Ramón Ibarra, Adelfa Calvo.
Enrique (Iban Garate) hace la mili en un juzgado militar como asistente del tío de su novia, un teniente coronel que dicta sentencias de muerte.
Carmen, la novia de Enrique, se comporta como una chica dócil y formal
ajena al siniestro entorno.
Enrique visita a su madre (Ángela Molina) internada en una institución psiquiátrica.
María vive bajo la tutela de su tío Don Eladio (Karra Elejalde), un desalmado juez castrense.
Don Eladio posando de uniforme y con cara de pocos amigos.
SINOPSIS: Cádiz, 1950. Un joven cumple el servicio militar como asistente en unos juzgados donde la rutina es dictar penas de muerte a los infortunados que han sido detenidos por “atentar contra el régimen” con propaganda subversiva. Su novia es, precisamente, la sobrina del juez que prescribe las sentencias. Indignado e impresionado ante las injusticias de las que es testigo, decide finalmente colaborar con los que continuan la lucha contra la dictadura de Franco.
Esta es "Miel" (Nora Navas), una mujer de valía que oculta su activismo antifranquista detrás de
una máquina de coser.
Don Eladio y su amigo y camarada Vicente (Eduard Fernández) visitan un campo de trabajo para represaliados de la Guerra Civil.
Enrique aprovecha su trabajo en el juzgado para conseguir algunos documentos que le solicitan los resistentes clandestinos a los que se ha unido.
"Miel" y Enrique colaboran y simpatizan.
El sargento Ramos (Carlos Santos) mantiene un peligroso doble juego como infiltrado en el Ejército.
COMENTARIO: Atendiendo a la imperativa recomendación de un amigo a quien le había entusiasmado la película, ayer vi por fin "MIEL DE NARANJAS" (por motivos ajenos a mi voluntad, se me había escapado hace meses en su sigiloso paso por las salas de cine). La decepción ha sido solo parcial y eso he de explicárselo a mi amigo. A él, como digo, le ha gustado mucho este último trabajo de Imanol Uribe.
La película empieza (y continúa así todo el primer tercio) como una mera "ilustración" o reconstrucción documentalista de unos hechos que en un determinado momento formaron parte  de nuestra lamentable historia reciente, las largas, largas secuelas de nuestra Guerra Civil que aún se dejaban notar con ferocidad en los años cincuenta donde se sitúa la acción. En cuanto la película logra remontar esa alargada y deslavada presentación de personajes y contexto histórico, cuando en el resignado espectador ya se ha instalado la sensación de estar ante otra película sobre la España del franquismo, el film de Uribe inicia un sutil abandono del "documento" para decantarse y funcionar con los parámetros narrativos de un thriller. A partir de ahí, la narración va ganando grados y en sus imágenes se deja sentir, por momentos, el pulso narrativo del autor de “DÍAS CONTADOS”. Eso sí, este acercamiento al género negro viene pautado dentro de un escenario muy reconocible pues enseguida aparecen acusadamente contrastados todos los elementos que componen esa dicotomía represión-resistencia centrada aquí en la lucha antifranquista en la Andalucía de los años cincuenta. Recordemos que este director ya visitó, en clave más sentimental, el escenario fraticida español en “EL VIAJE DE CAROL”.
¿Qué abarcan entonces las premisas desde las que la película fue concebida y qué ha pretendido retratar? Pues, sus imágenes lo dejan diáfano, la rutina del terror como elemento disuasor, la maldad institucionalizada, los damnificados por esa maldad, los tipos que como instrumentos de la maquinaria del régimen la asumen como algo quirúrgico, cotidiano y natural, y por otro lado, los que tratan de combatir ese estado de cosas, es decir, los “buenos”. Así, por la pantalla desfilan desalmados al borde de la caricatura (el siniestro juez castrense incorporado por Karra Elejalde), un joven soldadito inocente (monocorde Iban Garate) que toma conciencia cuando es tragado por el oscuro entorno, también el típico personaje infiltrado con doble juego (el sargento adjudicado a Carlos Santos) y una nómina de mujeres en la mejor tradición del noir y que, por supuesto, no son lo que en un principio parecen (una muchacha casadera que deviene en vengativa Némesis con una previsible misión, una seductora y enigmática taquillera y una modista con trastienda).
A partir de estos mimbres teñidos de nogalina, la forma adoptada por el cesto confeccionado carece de adornos (a la narración se le ha extraído toda la grasa melodramática optando por una puesta en escena que deja la película en el hueso) pero también de originalidad, con lo que los espectadores se sienten defraudados, los unos y los otros, los que esperaban un tratamiento melodramático y recargado en línea con la cinta de Benito Zambrano “LA VOZ DORMIDA” (si bien, en la que ahora se comenta nos encontramos como en aquella con algunos trazos de brocha gorda), como los que hubieran deseado una indagación rigurosa que arrojara luz sobre una realidad, unos hechos, que pocos conocen (porque la mayoría tristemente no está interesada en conocerlos). Y de ahí que exista un tercer grupo, el más numeroso, formado por quienes ignoraron la película desde el mismo momento en que olisquearon que el asunto tratado tenía que ver con la Guerra Civil.