25 de junio de 2018

2001: UNA ODISEA DEL ESPACIO (2001: A Space Odyssey)
(USA-GB) MGM / S. Kubrick, 1966-68. 142 min. Color. Super Panavisión 70.
G: Stanley Kubrick y Arthur C. Clarke, basado en la historia “El centinela” de Arthur C. Clarke. Ft: Geoffrey Unsworth y John Alcott. Mt: Ray Lovejoy. DP: Tony Masters, Harry Lange y Ernest Archer. EE: Stanley Kubrick, Douglas Trumbull, Wally Veevers, Con Pederson y Tom Howard. Ms: Aram Khatchaturian, Gÿorgy Ligeti, Johann & Richard Strauss. Pr y Dr: Stanley Kubrick.
Int: Keir Dullea, Gary Lockwood, William Sylvester, Daniel Richter, Leonard Rossiter, Margaret Tyzak, Robert Beatty, Douglas Rain (la voz de Hal 9000).
Prólogo "El amanecer del hombre": El planeta Tierra hace millones de años. Una familia de primates descubre un objeto insólito, incomprensible, de forma y proporciones perfectas.
Algún tiempo después, uno de los primates –el que se atrevió a tocar el extraño monolito– descubre las posibilidades de un hueso de mamut y se le ocurre utilizarlo como posible arma.
Demostración práctica ante una manada rival por el derecho a utilizar el agua de una charca.
Espectacular salto en el tiempo: año 2001. Una nave de pasajeros llega a la Estación Espacial.
Una azafata de esa nave recoge un bolígrafo en estado de ingravidez.
El único pasajero que viajaba en esa nave, el doctor Ralph Halvorsen (Robert Beatty) es recibido en la Estación Espacial.
El asunto que le trae es de una gran importancia en su enigmática naturaleza.
Compás de espera y cambio de impresiones con el doctor Smyslov (Leonard Rossiter) y la científica Elena (Margaret Tyzack).
Científicos y astronautas en la Luna: han hallado enterrado un monolito como el del prólogo.
Instalaciones para proteger y estudiar el extraño objeto.
El astronauta Dave Bowman (Keir Dullea) en la nave Discovery One que le llevará a él y sus compañeros astronautas a las inmediaciones de Júpiter para intentar averiguar el origen de unas indescifrables emisiones. 
La rutina del viaje: mientras el resto de la tripulación hiberna en las cápsulas, ejercicio físico para mantenerse en forma. El que corre de espaldas es el doctor Frank Poole (Gary Lockwood).
Como millones de años antes, ahora alguien también toca el monolito. La curiosidad es inherente a los seres vivos.
SINOPSIS: Hace millones de años una familia de simios descubre un extraño monolito que influirá en su futura evolución. Saltando en el tiempo, en el inicio del siglo XXI, un monolito similar (o el mismo) es descubierto en la Luna y más tarde será determinante en el destino final de una nave cuyo destino es Júpiter.
Bowman comienza a tener algunas discrepancias con la computadora Hal 9000 que controla todos los aspectos de la misión de la nave.
El ojo vigilante de Hal 9000.
Bowman y Poole toman precauciones para que Hal 9000 no les oiga cuando el primero expone a su compañero sus dudas sobre el correcto comportamiento de la computadora. Pero ignoran que su "ojo" sabe leer el movimiento de los labios
Situación tensa para Bowman.
A Bowman solo le queda una medida extrema: desconectar las funciones de Hal 9000, responsable de la muerte de su compañero Poole y del resto de la tripulación hibernante.
Un momento clave: la lenta desconexión de Hal 9000 mientras la "voz suplicante" de la computadora trata de disuadir a Bowman de llevar a cabo esa "lobotomía".
La geométrica y misteriosa belleza de una imagen.
Bowman es el único superviviente de la de la nave que, tras varios meses de viaje, por fin ha llegado a las cercanías de Júpiter.
Júpiter y más allá del infinito.
Una nueva aparición del misterioso monolito: Bowman ha entrado en una dimensión incomprensible para él, en un alucinante viaje espacio-temporal.
De pronto, cree estar en un impoluto escenario, una estancia con mobiliario estilo Luis XVI.
Bowman, como un anciano consumido, se ve en una cama y ante él tiene, oscuro e indescifrable, el objeto de ese viaje.
Ahora Bowman flota en el espacio como un feto dentro de una esfera transparente. En apariencia, parece dirigirse a la Tierra.
Fascinante y enigmática última imagen de una película de imborrable huella, controvertido significado e importancia capital en la Historia del cine... y más allá.
COMENTARIO: En la historia del cine existen films, muy pocos, que lograron sorprender, conmocionar, fascinar a toda una generación. Sin lugar a dudas, el que ahora comentamos ocupa un lugar destacado en ese Parnaso además de haber representado en su momento un paso de gigante tanto para la reconsideración de la ciencia-ficción como un género adulto, como en los avances tecnológicos y de expresión cinematográfica incorporados por el inquieto y perfeccionista Kubrick.
Asombrosamente bella, magnética, enigmática y filosófica, la película y algunos de sus contenidos vienen a darnos (por decirlo de una manera simplista) una “explicación” científica de la existencia de Dios. O algo así. O no. Aún hoy, medio siglo después de su estreno, continuamos intentando “comprender” su último significado. Probablemente estaríamos en el buen camino si consideramos la película con toda su densa carga oculta como, precisamente, el simbólico, oscuro y perfecto monolito, y a nosotros, los espectadores de entonces y aún los de ahora, los primates que nos acercamos a ese objeto incomprensible y misterioso y lo rozamos con miedo y veneración, empujándonos a seguir buscando, a ir más allá.