PÁGINA EN BLANCO (The Grass Is Greener)
(USA-GB) Grandon / Universal, 1960. 104 min. Color. Technirama.
Pr: Cary Grant, Stanley Donen y James Ware. G: Paul Sheriff, basado en la obra de Hugh & Margaret Williams. Ft: Christopher Challis. Mt: James Clark y Peter Musgrave. DA: Paul Sheriff. Vest: Christian Dior, Hardy Amies y John Wilson-Apperson. Ms y Can: Noel Coward. Dr Ms: Muir Mathieson. Dr: Stanley Donen.
Int: Cary Grant, Deborah Kerr, Robert Mitchum, Jean Simmons, Moray Watson.
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Victor (Cary Grant) y Hilary Rhyall (Debotah Kerr), forman un reposado matrimonio de nobles ingleses que redondean sus ingresos abriendo al público las puertas de su mansión un día a la semana y cultivando champiñón. |
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El flemático Victor es un esposo despreocupado que da por sentada la solidez de su matrimonio. |
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De repente y de rondón, se les cuela en las habitaciones privadas un turista americano desligado del grupo de visita, el magnate del petroleo Charles Delacro (Robert Mitchum). |
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El impulsivo Charles Delacro sorprende a Hilary en su intimidad y de inmediato se prenda de ella. |
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A su vez, Hilary se siente atraída por Charles y como despertando de su letargo sentimental, se deja "llevar" por este atractivo millonario. |
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Antes de que ambos se den cuenta, están enamorados y se entregan a un frenético weekend sexual y romántico en Londres, a espaldas de Victor. |
SINOPSIS: Víctor y Hilary, condes de Rhyall, forman un matrimonio inglés, equilibrado y moderadamente feliz que habita una magnífica y aristocrática mansión. Una vez por semana es abierta al público para ser visitada por grupos de turistas y cierto día uno de ellos, un millonario americano, se cuela en los aposentos privados sorprendiendo a Hilary por la que de inmediato se sentirá atraído y naturalmente intentará conquistarla.
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Victor, desde su aparente y consentidora inapetencia, ama a su mujer y no es ajeno al riesgo que ahora corre la estabilidad de su matrimonio. |
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Entra en escena la frívola y entrometida Hattie (Jean Simmons), antigua novia de Victor y a pesar de ello, amiga de Hilary. |
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Entre bromas, nuestra festiva Hattie no pierde la esperanza de recuperar a Victor, o por lo menos darse un "revolcón" con él. Y la actual coyuntura parece la ideal. |
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Por el sistema de división de la pantalla Scope, he aquí a las dos "parejas" hablando por teléfono y, claro, sabiendo los cuatro que todos mienten. |
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Hattie aconseja a una desconcertada Hilary que no sabe por dónde tirar ante la avasalladora fuerza de Charles que la tiene seducida. |
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Victor, consciente de que está a punto de perder a su esposa, urde un retorcido y arriesgado plan para conseguir que las aguas vuelvan a su cauce. |
COMENTARIO: Si bien la pareja es el eje sobre el que giran la mayoría de las comedias ahora consideradas como “clásicas”, las de Stanley Donen tienen un sabor especial, mezcla de calidez y elegancia, de lucidez no exenta de amor en el acercamiento a los personajes pero, sobre todo, en la atenta observación de las relaciones establecidas entre esos personajes y cómo son inteligentemente planificadas para que no perdamos ningún detalle revelador por fugaz que este sea. Instantes furtivos que nos ayudan a conocerles mejor. En consecuencia, esa perceptiva mirada dota a sus comedias, en ocasiones, de una cierta gravedad y de un poso de amargura cuando se nos muestran los efectos adormecedores y a la vez erosivos del paso del tiempo (a este respecto, recordemos el matrimonio formado por Joanna y Mark de “DOS EN LA CARRETERA”).
En la que ahora nos ocupa, nos encontramos, como en “VOLVERÁS A MÍ” y posteriormente “DOS EN LA CARRETERA” y “LA ESCALERA” (ésta en clave homosexual), ese tipo de pareja formada y asentada, con años de convivencia, antes de que comience la película. Por el contrario, también en la filmografía de Donen nos hallamos ante otras que se forman (trabajosamente) a lo largo de la trama y que comienzan a existir como tales cuando finaliza la cinta (por ejemplo, “BÉSALAS POR MÍ”, “CHARADA” y “ARABESCO”).
“PÁGINA EN BLANCO” es una comedia resuelta con un ritmo fluído y reposado que por momentos puede parecer teatral, pero que resulta el más adecuado para mostrarnos el tipo de existencia que la pareja protagonista lleva, confortablemente instalada en un estado a medio camino entre el tedio y la felicidad. Absolutamente seguros de sí mismos y el uno del otro, conformistas y conservadores, Victor (Cary Grant) y Hilary (Deborah Kerr) han aletargado cualquier elemento de inquietud y dejan transcurrir el tiempo con placidez entre conversaciones triviales, costumbres y pequeñas manías, confundiendo probablemente esa felicidad de la que creen disfrutar con un recurrente sucedáneo: la confortabilidad. Sin embargo, en la aparente solidez de esa relación aparece la primera grieta cuando de improviso el equilibrio de su placentera vida es roto por la intrusión de un extraño que se cuela de rondón, el americano Charles Delacro (Robert Mitchum) que vendrá a remover las estancadas aguas de ese matrimonio.
Está claro (por lo menos para mí) que en las últimas décadas, salvo alguna gloriosa excepción, ya no se hacen comedias inteligentes, dirigidas al cerebro y el corazón antes que al estómago o más abajo. Y Donen, junto a maestros como Leo McCarey, Vincente Minnelli, George Cukor, Howard Hawks o Preston Sturges, fue uno de los más brillantes cultivadores de un género muy, muy difícil y codificado y con el que más cosas pueden decirse a la hora de reflexionar sobre las relaciones interpersonales y en suma, de la condición humana. Ahora no toca hablar de sus maravillosos musicales.
Me encanta esta peli y he disfrutado mucho recordándola contigo. Es una película que rezuma elegancia y clase, ironía y humor. Yo diría que tanto Cary Grant como Déborah Kerr están muy en su papel, quiero decir que interpretan a unos personajes que nos son muy familiares dentro de su filmografía. Sin embargo tanto Robert Mitchum como Jean Simons me sorprendieron con unas interpretaciones menos encasilladas, no sé si me estoy explicando. Bueno, el caso es que me encantan los cuatro, que nos dan una clase conjunta de buenas interpretaciones y que es una delicia de peli.
ResponderEliminarUn beso, Teo.
Hola, Myra. Era la tercera película que rodaban juntos Grant y la Kerr ("LA MUJER SOÑADA", "TÚ Y YO" y ésta) y formaban una pareja muy compenetrada y "familiar". En cuanto a Mitchum y Jean Simmons venían a ser unos "intrusos" en el terreno de la comedia pues procedían del drama, la aventura y el western. Pero igualmente están espléndidos. Y es que ahí estaba, detrás de todos y de todo, Stanley Donen.
EliminarUn beso.
Ya iba siendo hora de que alguien se molestara en colocar esta comedia en el pedestal donde debía haber estado siempre. Si la miramos con poca atención puede parecernos demasiado flemática e incluso como apuntas en tu post, un tanto teatral. Nada más lejos de la verdad pues en mi humilde opinión su inteligente discurso está "calentado" por un magma interior pugnando por salir a la superficie.
ResponderEliminar"Página en blanco" es de mis comedias favoritas y desde hace años atesoro el dvd que me regalaron en uno de mis cumpleaños y al que recurro de vez en cuando para disfrutar de nuevo con el aleccionador conflicto de ese cuarteto. Aunque me tachen de chiflada, gracias Teo por este justiciero post. Tú sí que sabes.
Un abrazo.
Para empezar, querida Aurora, aclaremos que yo no sé tanto, es decir, no sé nada. Estaría bueno que me pusieras por encima del hombre más sabio de Grecia. Solo soy un socrático de vía estrecha y no doy para más. Pero, eso sí, me gusta mucho el cine. Y el de Stanley Donen, no digamos. Y lo que nos apasiona, lo miramos con más atención. Eso es todo.
EliminarMe alegra que estemos de acuerdo en valorar algunas películas -como -ésta- que han quedado cubiertas con una fina capa de polvo que impide que brillen en su esplendor. Pero aquí estamos tú y yo, y espero que muchos más, para desempolvar comedias tan apreciables como "PÁGINA EN BLANCO".
Un beso.
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
ResponderEliminarTeo, que ayer estaba con la Tablet en la cama y con sueño y caligrafía estaba muy mal. No he visto esta peli, a pesar de que me encantan los tres actores, y por lo que explicas parece interesante, muy interesante. Acabo de mirar en Filmin y no se encuentra disponible, por lo tanto haré una cosa, me la bajo con Emule, que nunca falla para este tipo de pelis...y cuando la vea, hago como con el post anterior...te la comento ¿ Ok ?
ResponderEliminarMientras tanto un beso de rondón.
Hay Tablets con suerte. Cuando dices, Susan, que te encantan los tres actores ¿a quién estás dejando fuera? Porque son cuatro los protagonistas. Una vez más me encanta haber descubierto para ti otra peli de las que merecen ser rescatadas del olvido.
EliminarAntes de ultimar la redacción de este post, la he vuelto a ver (hacía mucho que no la visitaba) en una excelente edición en blu-ray y es curioso cómo según transcurren los años, las décadas, estas películas nos parecen aún mejores que cuando se estrenaron. Ganan con el tiempo, es cierto, pero lo hacen sobre todo porque lo que las rodea en estos lamentables y prosaicos tiempos es pura basura (a veces, muy bien presentada, pero basura al fin).
Espero con cierta impaciencia tu comentario cuando hayas conseguido "bajarla". Hasta entonces, también te doy un beso.
No la he visto, pero me parece muy atrayente y seguramente la veré un día de estos. Por el argumento que has adelantado, me sorprende que en una película de esa época se aborde tan francamente el adulterio.
ResponderEliminarYo nunca dejaría a Cary Grant por Robert Mitchum.
Un beso
Bueno, ya en los años treinta (y antes), Lubitsch abordaba estas temáticas de conflictos entre parejas, tríos, intercambios y otros alegres adulterios, no solo con naturalidad sino con ese oblicuo e inconfundible estilo suyo que hizo de la elipsis y la metáfora un elemento expresivo más contundente y rico en significados que la directa filmación de -para el caso de la que nos ocupa- Mitchum y la Kerr sin salir de la habitación del hotel londinense. A este respecto, en "PÁGINA EN BLANCO" Donen, en un momento dado, rinde un brillantísimo homenaje a Lubitsch que no voy a explicarte aquí porque tú misma lo detectarás cuando veas la película.
EliminarDices que nunca dejarías a Grant por Mitchum. La Kerr tampoco lo deja, solo utiliza a Mitchum un fin de semana para que la enseñe las delicias de mirar hacia Cuenca después de años de anodino matrimonio con el abúlico Grant quien a su vez había dejado su noviazgo con Hattie (Jean Simmons) para casarse con la pelirroja Hilary. Ya sabes, la fruta del cercado ajeno, o la hierba siempre es más verde en el prado del vecino (aquí hago alusión al título original de la peli).
Un beso.
Las cuatro películas que Cary Grant rodó con el director Stanley Donen me parecen magníficas y "Charada" ya es la cumbre. Nunca había visto a Grant tan relajado y seguro como en "Página en blanco" ¡qué jodido comediante y qué delicia de actor!
ResponderEliminarUn saludo.
¡Vaya! Es una curiosa definición del arte de Cary. Sin duda, él es el mejor, él es la Comedia. Cuando rodó "BÉSALAS POR MÍ" se entendió tan bien con Donen que decidieron formar juntos una productora, la Grandon, con la que hicieron esas tres comedias que tanto admiramos.
EliminarUn saludo.
Creo que os pasáis todos un poco con esta comedia. Con vuestras loas me habéis empujado a verla y he de deciros que me ha parecido sencillamente anticuada y su supuesta elegancia resulta relamida y se queda en ese típico y tópico "british touch". Prefiero los alegres saltos de mi querido Gene Kelly a la flema de Cary Grant y Deborah Kerr.
ResponderEliminarSaludos de Juana C.
Dicen que este país es libre (¿lo creemos?) y por lo tanto, también las opiniones. La tuya, Juana C., es muy respetable pero ¿qué quieres que te diga? Pues que no comparto tu desapego hacia esta (excelente) comedia doneniana. Anticuada y relamida no son los adjetivos que yo utilizaría para definir "PÁGINA EN BLANCO" y eso ha quedado meridianamente claro en los comentarios que conforman este post. Mi recomendación es que revises ésta que ahora nos ocupa, como a continuación "INDISCRETA" y si te reafirmas en el juicio emitido, pues nada, no se hable más del asunto.
EliminarMientras, bienvenida a este foro y un abrazo.
P.D.— Por cierto, tu nombre y esa inicial coinciden con una amiga mía de la que no sé nada desde hace mucho tiempo. Por tu comentario, imagino que no eres ella pero no pude evitar que me sobreviniera, como al narrador de "Por el camino de Swann", ese instante evocador al mojar la famosa magdalena en una taza de té.
Vaya por delante que a mí el cine de Stanley Donen me gusta mucho, aunque no precisamente la película de la que se habla en este post, y supongo que tendremos ocasión de comentar sobre ello pues he podido observar que este director está muy bien atendido aquí.
EliminarP.D.- Tranquilo, Teo Calderón, no soy ese fantasma del pasado ni tampoco la proustiana tía Leoncia. Salvo por la feliz circunstancia de que hace unos meses me regalaron tu excelente libro y por el que te doy mi enhorabuena, no nos conocemos de nada. Palabrita del Niño Jesús.
Saludos de nuevo.
Parece que se merece un visionado. A mi Indiscreta me gustó, me parece un estupenda comedia, la pareja repite ( Ingrid y Cary) ya en su madurez y están soberbios. No sé si ésta que comentas está a la altura pero me fio. El reparto es de primera.
ResponderEliminarVoy a ver si me hago con ella. Pero ya sabes amigo Teo, para gustos..y la experiencia cinematográfica es de esas cosas que entran dentro de lo subjetivo.
Un abrazo
Salvo algunos títulos que superaron las barreras del tiempo y las desavenencias entre amantes del cine, esas películas "de toda la vida" que se sitúan por encima del bien y del mal, sobre las que parece que todos estamos de acuerdo a la hora de valorar sus virtudes imperecederas, las demás (incluso, en cierta medida, éstas a las que me acabo de referir), las demás, digo, están sometidas y condenadas a desdoblarse en muchas, tantas como espectadores tienen.
EliminarEspero, Abril, que cuando logres acceder a esta "PÁGINA EN BLANCO", "leas" muchas cosas en ella. Ya me contarás.
Mientras, un abrazo.
Me parece muy bien que esa dama inglesa se soltara el cabello durante ese fin de semana y tuviera una aventura con el americano, sobre todo si él tiene el aspecto y la osadía de Robert Mitchum. Su vida era un muermo programado, sin sorpresas ni emociones.
ResponderEliminarUn besito.
Tienes razón, mi rubia amiga Tina. Yo, colocado en el lugar del marido, también hubiera echado una cana al aire y no habría dudado en darme un estimulante revolcón... con Mitchum, no, claro. Con Jean Simmons que lo estaba deseando.
ResponderEliminarOtro besito para ti.
grandes actores buena pelicula
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