EL PISTOLERO DE CHEYENNE (Heller in Pink Tights)
(USA) Paramount, 1959. 100 min. Color.
Pr: Carlo Ponti y Marcello Girosi. G: Dudley Nichols y Walter Bernstein, basado en la novela "Heller witn a Gun" de Louis L'Amour. Ft: Harold Lipstein. Mt: Howard Smith. DA: Hal Pereira y Eugene Allen. Ms: Daniele Amfitheatrof. Dr: George Cukor.
Int: Sophia Loren, Anthony Quinn, Steve Forrest, Margaret O'Brien, Eileen Heckart, Ramon Novarro, Edmund Lowe, Frank Silvera, Richard Matthews, Nick Dennis, Edward Binns.
Resulta evidente que al pistolero Clint le urge cobrarse la "pieza" ganada en la partida de póker |
SINOPSIS: En el viejo Oeste, los maltrechos componentes de una compañía ambulante de teatro llegan a la ciudad de Cheyenne donde pretenderán representar su espectáculo. Allí, las cosas se les complican cuando la bella y casquivana primera actriz contrae una deuda de juego durante una partida de póker en la que ella era la apuesta. Por supuesto, el ganador –un apuesto pistolero– querrá cobrar lo antes posible esa deuda carnal, para desesperación del director de la compañía, enamorado de la chica.
La casquivana Angela se esfuerza en aplacar al pobre Tom, enamorado de ella, que no las tiene todas consigo |
COMENTARIO: George Cukor, a lo largo de su dilatada carrera, tocó todos (o casi todos) los géneros ennobleciéndolos con su talento y especial sensibilidad. No obstante, la comedia, el melodrama y el musical fueron sin duda en los que brilló especialmente (a veces, alternándolos en una misma película como es el caso de “A STAR IS BORN”, o los noqueantes cambios de registro de “CHICA PARA MATRIMONIO”). Pero en 1959 nos sorprendió con un western que, viniendo del autor de “CRUCE DE DESTINOS”, tenía –como mínimo– que resultar atípico. Efectivamente, “EL PISTOLERO DE CHEYENNE”, pese a manejar todos los elementos que conforman la imaginería de este género (indios incluidos), lo hace como pretexto, casi como una imposición para no despistar demasiado al espectador que espera ver realmente un western a la usanza. Porque salta a la vista que Cukor los utiliza a su manera y para sus fines. Un ejemplo: los indios atacan el policromado carromato de la compañía teatral en un escarpado paraje y la escena deviene en un insospechado y surrealista festival de colores. Otros ilustradores ejemplos: el barroco diseño del saloon, la boutade de teñir de rubio platino el cabello de Sophia Loren, sus vestidos en relación al decorado, la delirante representación de “Paris y Helena”, etc.). De lo que se desprende que George Cukor, aún en las peores condiciones, conseguía dejar constancia de su elegancia formal, delicioso buen gusto y prodigioso dominio del color como elemento dramático enriquecedor de la puesta en escena, además de su justamente famosa sabiduría para la dirección de actrices. En suma, de su autoría incamuflable.
Nota: el inadecuado título español (la traducción del original sería "Diablesa con mallas rosas"), desplazaba el protagonismo del personaje de Angela (Sophia Loren) al del pistolero Clint (Steve Forrest). Cosas de los distribuidores de la época (o de la Junta de Censura).
Ésta película aunque creo que la consideran menor dentro de la filmografía de Cukor igual me atrae con semejante director el cual admiro, como bien dices todo terreno y provisto de un sentido comun magnífico. Además están Loren y Quinn que me encantan. La otra de a star is born se me anda escapando de las manos pero en cualquier momento voy a adquirirla. Un abrazo.
ResponderEliminarMario.
Conocía su existencia dentro de la filmografía de Cukor, pero nunca había leido nada sobre ella, ni francamente me había llamado, en principio viniendo de Cukor, un Western con la Loren, pero a mi eso de "atípico" me encanta, y todos esos ejemplos que has puesto, tan surrealistas,pues no me vas a dejar otra salida que buscarla. En verdad que parece una rareza.
ResponderEliminarSaludos
Roy
Hola, Mario:
ResponderEliminarNo conozco la filmografía completa de Cukor. Creo que he visto unas treinta y ocho películas de este realizador (al que tanto debe la Metro), incluyendo algunos trabajos suyos no firmados. y no me atrevería a decir de ninguna que "EL PISTOLERO DE CHEYENNE" era un film "menor". En su larga trayectoria los hay más o menos redondos, con un grado mayor o menor de implicación, pero exactamente "menor", creo que ninguno. Supongo que le ha pasado lo que a Minnelli, considerado durante décadas sólo un artesano aplicado con un toque de elegancia (como siempre, tuvieron que ser los franceses quienes descubrieran su talento menospreciado).
Estoy casi seguro que la película que nos ocupa, te encantará.
Un abrazo.
Bueno, Roy, tanto como una rareza... En su día, con la Loren y Quinn en la cumbre (ya habían coincidido en la pantalla en dos ocasiones anteriores), tuvo una cierta repercusión (en Madrid, fue estrenado en el cine Callao en fechas navideñas). Pero, sí, atípico lo es, seguro, y no te resultará difícil dar con él porque fue editado en DVD y creo que aún sigue circulando.
ResponderEliminarUn saludito.
Teo, qué malévolo eres con tus pies de foto. Sí que resulta evidente la "urgencia" de Clint hacia la oxigenada Sophia Loren. La verdad es que tenía olvidada esta película que descubrí por televisión hace mucho tiempo Veré como me las arreglo para volver a verla. Como supongo que ya no estará en los comercios, me informaré en algún videoclub o intentaré localizarla en Internet.
ResponderEliminarUn abrazo.
Oh, sí. Es comprensible lo de Steve Forrest. En cuanto a la película, está editada en DVD y no creo que te sea difícil localizarla.
ResponderEliminarMientras lo consigues, un abrazo.