HISTORIAS DE FILADELFIA (The Philaderphia Story)
(USA) MGM, 1940. 112 min. BN.
Pr: Joseph L. Mankiewicz. G: Donald Ogden Stewart, basado en la obra de Philip Barry. Ft: Joseph Ruttenberg. Mt: Frank Sullivan. DA: Cedric Gibbons y Wade B. Rubottom. Vest: Adrian. Ms: Franz Waxman. Dr: George Cukor.
Int: Cary Grant, Katharine Hepburn, James Stewart, Ruth Hussey, John Howard, Roland Young, John Halliday, Virginia Weidler, Mary Nash, Henry Daniell, Rex Evans.
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Entre complacida y dudosa, Tracy Lord (Katharine Hepburn) juega con tres opciones... |
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Ahora son ellos quienes señalan a la dama mientras sopesan sus posibilidades. |
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Una juguetona Tracy descansa en el regazo de C.K. Dexter Haven (Cary Grant), Macaulay Connor (James Stewart) y George Kittredge (John Howard), con aire de querer quedarse con los tres. |
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El calculado cinismo de C.K. midiendo el efecto de la impulsiva ingenuidad de Macaulay en sus avances sobre una escindida Tracy. |
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Elizabeth (Ruth Hussey) y el enamoradizo Macaulay son dos periodistas infiltrados en la mansión de los Lord con el encargo de hacer un reportaje sobre la boda de Tracy para una revista del corazón. |
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Dinah Lord (Virginia Weidler) es la incisiva hermana pequeña de Tracy y Margaret (Mary Nash) es la madre de ambas. Ahí tenemos a las tres repasando la lista de invitados. |
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Elizabeth está sentimentalmente interesada por Macaulay pero ahora éste parece tener ojos solo para Tracy. Las cosas se complican. |
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Rivalidad entre dos de los aspirantes al corazón de Tracy: el ex marido y el periodista enamorado. |
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Durante un baño en la piscina, ese pequeño velero a escala del original trae para Tracy reminiscencias de un pasado feliz al lado de C.K. |
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Nuestro carismático amigo C.K. ideando estrategias para recuperar in extremis a su ex esposa. |
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Guapa, inteligente y con un indomable carácter, esa es Tracy. Eso sí, en estos momentos previos a su boda, tiene un importante "cacao mental". |
SINOPSIS: Una joven de la alta sociedad de Filadelfia, en vísperas de celebrar su segundo matrimonio, se enfrenta al dilema de elegir casarse con su prometido, con un guapo periodista que cubre el evento para una revista del corazón o con su ex-marido que desea impedir esta boda con sibilinas estrategias porque aún la ama.
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A mamá Margaret le dan la incomodante noticia de que a la boda de su hija piensa asistir, después de muchos años de ausencia, el papá de la novia. |
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Resulta evidente que Tracy se siente atraída por Macaulay. Sin embargo, ella ignora que él trabaja como periodista para una revista del corazón. A su vez nuestro entrañable amigo, presa de un súbito enamoramiento, ha olvidado para qué está en ese lugar. |
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Ese romance no planeado parece que marcha viento en popa. |
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Una situación bastante equívoca: el novio y el ex marido contemplan nada complacidos cómo su chica acaba de salir de la piscina en brazos del periodista. |
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Momento de intimidad al borde de la piscina. |
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Orgullo contra estrategia: un duelo incruento. |
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Dejándose aconsejar por la pequeña Dinah. Cualquier alianza viene bien. |
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Orgullosa y desafiante, la novia reprocha a su ex cualquier atisbo de celos; claro que los albornoces no ayudan a clarificar la situación. |
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Tierna imagen de dos enamorados a la luz de la luna. Pero ¿están realmente enamorados, o se trata en el fondo de una sutil maniobra de ella para molestar a C.K.? Podría ser. |
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Existen miradas que lo dicen todo... Que gane el mejor. |
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Último plano de la película: el novio oficial ha sido eclipsado y el conflicto finalmente se resuelve dando un vuelco. |
COMENTARIO: Durante el periodo áureo de la comedia en Hollywood, a finales de los años treinta y primeros cuarenta, surgieron obras memorables de manos de realizadores como Howard Hawks, Leo McCarey y George Cukor, y de guionistas como Dudley Nichols, Charles Lederer, Ben Hecht o Donald Ogden Stewart. “LA FIERA DE MI NIÑA”, “LUNA NUEVA”, “LA PÍCARA PURITANA”, “VIVIR PARA GOZAR”, “HISTORIAS DE FILADELFIA” podrían servir como ejemplos, entre otros muchos, de cómo las políticas de producción en conjunción con el talento de aquellos artífices (directores, guionistas, intérpretes) dieron como resultado obras cargadas de inteligente agudeza vehiculada a través de puestas en escena deliciosamente perfectas en su forma, ritmo y medida. Producto de esta política hollywoodense, la Metro en este caso, es la que ahora nos ocupa, “HISTORIAS DE FILADELFIA”, en opinión del que suscribe, una de las mejores comedias salidas de Hollywood desde el advenimiento del sonoro.
Curiosamente, en ella volvía a jugarse la baza del eje argumental sobre el que pivotaba “LUNA NUEVA” (His Girl Friday), otra obra maestra del género rodada ese mismo año por Howard Hawks. Es decir, en ambos casos asistimos a las argucias y triquiñuelas de un individuo desenvuelto, vivaz y sin demasiadas ataduras morales, un ex marido que no muestra ningún arrepentimiento por sus errores e irresponsabilidades anteriores mientras trata de recuperar a su antigua esposa justo cuando ella se dispone a casarse de nuevo con otro hombre. El hecho de que sea Cary Grant quien incorpore estos personajes hace posible que nos dejemos seducir, “perdonemos” su –en ocasiones– sibilino proceder y hasta nos sintamos cómplices de él. Las dotes de Grant para la comedia y esa capacidad para penetrar en la psicología de sus personajes, sobre todo cuando actuaba bajo la dirección de grandes directores, hacía que todo resultara convincente y divertido.
Bajo la perspicaz producción del gran Joseph L. Mankiewicz y la refinada maestría de Cukor controlando y manejando con precisión todos los mecanismos del excelente guión, “HISTORIAS DE FILADELFIA” es de pleno derecho un clásico inmarchitable que se eleva por encima de algunos peros que hoy podamos ponerle (un desenlace tal vez algo acomodaticio). La historia romántica a cuatro bandas que vertebra la película viene contextualizada y complementada por un pícaro fresco social que si bien respondía a la (alta) sociedad de aquel momento, es perfectamente equiparable con lo que parece no cambiar nunca (familia, clasismo social, convenciones y conveniencias, prensa del corazón y esas sutiles diferencias que distinguen el amor del matrimonio).
Nota: en 1955, Charles Walters realizó un colorista y musicalizado remake, “ALTA SOCIEDAD”, con Grace Kelly, Bing Crosby y Frank Sinatra. Muy agradable en todos sus apartados pero nada que aportar en cuanto a la brillantez del film que acabamos de comentar.
Una comedia deliciosa. La protagonista de esta historia filadelfiana, Tracy, es una chica inteligente y combativa que de repente se encuentra con tres opciones: un tranquilo coche de caballos (John Howard), una excitante montaña rusa (Cary Grant) y una repentina alfombra mágica (James Stewart). Yo también hubiera reincidido con Grant.
ResponderEliminarUn abrazo.
Jajaja! Aun a riesgo de que ese (segundo) matrimonio con Grant vuelva a no durar mucho, creo que tanto a ti como a Tracy vuestro instinto os guía bien.
EliminarSuerte y un abrazo.
Sin negar nada de lo que justamente expones para defender "Historias de Filadelfia", a mí me gustan más otras comedias de Cukor posteriores a ésta como "La costilla de Adán", "Nacida ayer" o "Chica para matrimonio". Esta última una sorprendente película que inesperadamente deriva hacia el drama dejando al espectador indefenso ante ese giro.
ResponderEliminarSaludos.
Te alavo el gusto Gonzalo. Esos títulos que mencionas no me atrevería a ponerlos por debajo de "HISTORIAS..." pero considero que no son comedias en estado "puro" tanto en su estructura como en los elementos que las conforman (guerra de sexos, el respeto hacia la mujer, los efectos corrosivos de una pérdida). Estoy de acuerdo en destacar, o más bien separar, a "CHICA PARA MATRIMONIO", una incisiva e inteligente comedia(?) que como bien dices, consigue desarmarnos con esas desviaciones hacia el drama que nos recuerdan –dentro de la propia película– que la vida no es tan armoniosa como el guión de una comedia.
EliminarUn saludo.
Otra película eterna; para quitarse el sombrero, para admirar lo bien que se movía Cukor por las comedias y en especial por las cintas con las féminas como protagonistas, como centro de la atención.
ResponderEliminarSaludos.
Si entre los signos distintivos del cine de Hitchcock se encontraban sus apasionantes retratos de mujeres "rubias", Cukor fue, por así decirlo, "el hombre que comprendía a las mujeres" y por ello quien mejor supo retratarlas (rubias, morenas o pelirrojas), llegando con esa especial sensibilidad y perspicacia que le caracterizaba a los más insondables recovecos del alma femenina. Eso hemos podido comprobarlo y disfrutarlo todos los que conocemos sus películas.
EliminarUn saludo.
Una de las mejores comedias del cine americano de todos los tiempos. "Historias de Filadelfia" contiene unos diálogos soberbios, cargados de ironía, fino humor, elegancia, dobles sentidos y una visión agudísima, que no deja títere con cabeza, de la clase alta y la clase media-baja. Todo para, al final, volver a dejar las cosas en su sitio.
ResponderEliminarSu trío protagonista, por supuesto, antológico. Y toda una pléyade de actores secundarios a cada cual mejor - a excepción, tal vez, del soso personaje y actor que encarna al nuevo rico, prometido de Tracy Lord.
Una de mis comedias favoritas (se nota, ¿verdad?), inteligente como pocas y con la que Cukor alcanzó su maestría como cineasta.
Abrazos!!
Hola, Miriam. Innegables porque ahí están todas las virtudes y características de "HISTORIAS..." que enumeras y que justifican que sea una de tus comedias favoritas como lo es de las mías.
EliminarSi bien esta película representa la redondez absoluta dentro de un género, anteriormente George Cukor ya había dado sobradas muestras de maestría con comedias como la incisiva "CENA A LAS OCHO" (muy emparentaba con la que nos ocupa) y "LA GRAN AVENTURA DE SYLVIA", uno de los trabajos más agudos y noqueantes de Cukor en la que el realizador no dudó en romper las convenciones del género cuando el devenir de los personajes lo requería, resultando una película estimulante por atípica, sincera, divertida y ocasionalmente "dura" de seguir.
Un abrazo.
Nota: disculpa mi demora e inmediatamente paso a contestar en el post de "LA NOCHE DEL CAZADOR" a tu inesperado descuartizamiento de la cinta de Laughton.
Querido Teo, además Historias de Filadelfia tiene magia. Es una película que prácticamente me sé de memoria. Y hay secuencias que me causan siempre la misma emoción. Si tuviera que elegir una me decantaría por la de la piscina, la de la borrachera de los personajes de Hepburn y Stewart.Y, sí, es una comedia en la que nada sobra ni falta... Y cada uno de sus personajes secundarios aporta. ¡Cómo olvidar esa presentación divertidísimo de familia alocada que prepara Tracy para los periodistas de incógnito! Mira, Teo, que has conseguido que me apetezca verla una vez más...
ResponderEliminarBeso desde el trampolín de la piscina
Hildy
Hay quien dice: "si no duermo mis nueve horitas, no soy persona". Bien, en mi caso, existen ciertas películas ("HISTORIAS..." es una) que periódicamente me empujan a volver sobre ellas como una necesidad vital que coadyuva a equilibrar mi vida (risas).
EliminarBromas aparte, en las comedias de Cukor siempre encontramos motivos de disfrute a todos los niveles. Las razones ya las hemos ido exponiendo quienes intervenimos con nuestros comentarios. Son películas que nos enriquecen y divierten de la mejor manera: respetando nuestra inteligencia y confiando en ella. Y si para transmitir su "discurso" utilizan elementos conductores como Grant, Stewart y la Hepburn, ya ni te digo.
Un abrazo.
Teo, te robo una foto para mi muro de las que ilustran tu post sobre "Historias de Filadelfia". Espero que disculpes mi debilidad pero es que además de ser por múltiples razones una de mis comedias favoritas, procuro no perder ocasión de cazar imágenes de mi adorado Cary Grant de nuevo emparejado con la Katie, que aquí además se les unía el buenazo de Jimmy Stewart conformando un trío inolvidable.
ResponderEliminarUn abrazo.
Nada, chica, no te apures. Para ti, todas las fotos que quieras que aquí estamos para eso. Bueno, quiero decir, "también" para eso. Mira, he hecho una escapada para ver la prueba de lo que me cuentas y veo que facilitas un enlace para quien desee pasarse por aquí. Quienes lo hagan enseguida comprobarán que no hay cerradura en la puerta. Gracias por la promoción de este blog.
EliminarUn abrazo.
Bueno, pues una nota discrepante ante tanta alabanza tiene que aparecer, así que aquí me hallo como si fuera el "soso" prometido del que (casi) nadie se acuerda. A pesar de los nombres (Mankiewicz, Ogden Stewart) encargados de trasladar la exitosa obra de teatro al cine la cosa no acaba de aprovechar todo su potencial y quizá por ello explote la baza de las actuaciones (colosales, eso sí) del trío protagonista para hacerse mínimamente entretenida. Por el camino se deja de lado algún personaje secundario y alguna situación por explotar en su vis cómica que podían haber elevado el botín de la función. Me gusta la referencia al fresco social que comentas, Teo, porque una de las consideraciones que le hago a esta película es su carácter más que conservador respecto a cuestiones como las clases sociales y el rol de la mujer en la sociedad (la cual como dices tampoco ha cambiado tanto en asuntos parecidos a estos). Pero bueno, por lo que compruebo esta película continua gozando de gran predicamento. Un saludo.
ResponderEliminarEn las comedias de Howard Hawks y Billy Wilder los ataques a la idiosincrasia de quienes formaban parte de una sociedad complacida e hipócrita y las puyas al "american way of life" quedaban más evidentes a través de la caricatura inmisericorde o con el aderezo del vitriolo. Cukor prefería sin duda la sutileza y la elegancia a la hora de retratar los pecados del ser humano en sociedad. En cualquier caso, no tenemos que perder de vista que estamos hablando de una escapista comedia Metro de 1940 (la intervención de Estados Unidos en la Guerra era inminente) básicamente diseñada para entretener al público de la época. Partiendo de esta premisa, todas las virtudes (bueno, las que he sabido percibir) quedan explicadas en el post que le dedico a la película que nos ocupa.
EliminarEn cuanto al posible desaprovechamiento de algunos elementos del guión (o de la obra original) resulta difícil no darte la razón porque muy probablemente sea así. No obstante, no sabemos qué pudo eliminarse en el montaje en aras a que no se desparramara demasiado la trama con digresiones que pudieran frenar el ritmo o quebrar la concentración narrativa. Como quedó la cosa, a mí me gusta mucho.
Un saludo.