25 de febrero de 2012

LA NOVIA DE ACERO (The Iron Mistress)
(USA) Warner Bros, 1952. 109 min. Color.
Pr: Henry Blanke. G: James R. Webb, basado en la novela de Paul I. Wellman. Ft: John Seitz. Mt: Alan Crosland Jr. DA: John Beckman. Ms: Max Steiner. Dr: Gordon Douglas.
Int: Alan Ladd, Virginia Mayo, Joseph Calleia, Phyllis Kirk, Alf Kjellin, Douglas Dick, Anthony Caruso, Ned Young, George Voskovec, Richard Carlyle, Robert Emhardt, Don Beddoe, Harold Gordon, Jay Novello, Nick Dennis, Sarah Selby.
Jim Bowie (Alan Ladd), tras abandonar su vida asilvestrada y su hogar en Louisiana, entrará en contacto con la refinada sociedad de Nueva Orleans
La seductora, voraz y desaprensiva Judalon de Bornay (Virginia Mayo) complicará la vida de Jim de forma dramática
SINOPSIS: Surgido de los pantanos de Louisiana, un joven que el tiempo convertiría en el legendario James Bowie, experto en el manejo del cuchillo, abandona su casa y su familia en 1825 y viaja a Nueva Orleans donde conoce a una seductora mujer de alta alcurnia por la que se verá envuelto en duelos e intrigas que le labrarán una fama que le acompañará allí donde vaya. 
Sin desearlo, Jim Bowie se verá envuelto en duelos, empujado por las circunstancias y por Judalon
El destino hace que en la vida de Jim se cruce una mujer, Ursula de Varamendi (Phyllis Kirk), que representa todo lo contrario de Judalon
COMENTARIO: Esta vez ni puedo ni deseo disfrazarlo: lo que vas a leer en este primer párrafo es sólo el resultado de una mirada atrás, un arrebato de nostalgia por un cine lejano, imágenes de mi niñez perdiéndose en las brumas del tiempo. Ahora, con dos tercios del camino recorrido, la televisión y el DVD ofician para nuestra generación como exhumadores de los restos de aquellas películas a las que un día (sábados o domingos) nos asomábamos con los ojos y la mente bien abiertos, con la emoción acelerando nuestros jóvenes corazones, sentados en las butacas sin tapizar de una sala de programa doble, ay! ventanas rectangulares por las que nos escapábamos durante unas horas con la ayuda de Peter Pan y los polvos mágicos de Campanilla. El lunes, de vuelta al colegio (en mi caso, de frailes).
Bien, que me salgo del tema, hablemos un poco de “LA NOVIA DE ACERO”: película de acción basada en las primeras andanzas del famoso aventurero que acabaría sus días en 1836, defendiendo El Alamo junto a otros héroes míticos del “santoral” americano como Davy Crockett y el coronel Travis. El sentido del ritmo que solía distinguir los productos Warner de la época y la efectiva sequedad narrativa de Gordon Douglas dieron como resultado una apreciable muestra de ese cine de imágenes perfecta­mente calibradas, precisas y certeras que han definído una concepción de la puesta en escena que convertía la funcionalidad narrativa en el principal acicate para que estos “artesanos” idearan y perfecciona­ran fórmulas expresivas de incuestionable eficacia dramática. Como primer ejemplo de lo expuesto citemos los seis primeros minutos de proyección, en los que queda perfectamente dibujado el personaje de Jim Bowie (Ladd). Otro ejemplo -hay muchos- lo constituye la magistral resolución visual de la secuencia cargada de tensión en que Jim se bate en duelo nocturno a cuchillo con su antagonista, sumidos ambos en la total oscuridad de una habitación vacía fugazmente iluminada por el resplandor de los relámpagos de una tormenta.
Me gusta ese estupendo repar­to con un adecuado y sobrio Alan Ladd ( que ese mismo año rodaría "RAÍCES PROFUNDAS") y una devoradora Virginia Mayo (su última escena con Ladd resulta imborrable: “Ninguna mujer vale la vida de ocho hombres”), sin olvidarnos de esos potentes secundarios, Joseph Calleia y Anthony Caruso que con sus composiciones enriquecen la película.

13 comentarios:

  1. Bueno, bueno, Teo, con este artículo te ganarías las simpatías de mi padre, probablemente el fan número uno de Alan Ladd. Esta película ha estado "presente" en mi casa desde que era niño, así que he podido disfrutarla en repetidas ocasiones. Evidentemente no es una obra maestra, pero está tan bien realizada, narrada e interpretada que siempre da gusto volver a revisarla.
    Un abrazo.

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  2. ¿Sabes, Teo? Lo que más me gusta del comentario, es ese primer párrafo, porque está escrito desde dentro y me parece muy poético: "imágenes de mi niñez perdiéndose en las brumas del tiempo" (ahí es nada). En cuanto a la película, recuerdo haberla visto hace mucho tiempo, pero tu comentario me la ha hecho visualizar en las secuencias que tan bíen describes. Por cierto, yo creia que eran seis hombres; ¿Porqué será que siempre la "mala" es la que más atrae?
    Un abrazo

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  3. No la recuerdo muy bien pero seguro que he visto esta peli. Opino como selegna, me encanta que no hayas "disfrazado" ese primer párrafo porque me has hecho volver la vista atrás. Qué bien recuerdo esas butacas sin tapizar y esas sesiones contínuas.. Cuántas pelis de Virginia Mayo..Qué color tan especial el de aquellas pelis y cuántas aventuras imaginadas.

    Un beso nostálgico

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  4. Hola, Ricardo: si alguien me preguntara cuál es para mí el mejor actor del mundo (una pregunta tonta, lo sé), después de pensármelo mucho, probablemente respondería que Henry Fonda, Walter Brennan, Arthur Kennedy o cualquiera de los actores que hayan trabajado a las órdenes de Ingmar Bergman. Pero si esa misma persona me preguntara quién es mi actor favorito, respondería sin vacilar: Alan Ladd. Ver "RAICES PROFUNDAS" por primera vez cuando se tienen seis años, marca para toda la vida.
    There never was a man like Shane!
    Un abrazo.

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  5. Hola, Selegna: entre los intersticios de mis razonamientos críticos (que no son nada del otro mundo) se cuela siempre la pasión y en ocasiones, la nostalgia. Supongo que es inevitable en un viejo sentimental educado con un cierto tipo de cine.
    Respecto a ese comentario tuyo sobre el número de vidas en que cifra Bowie su sometimiento amoroso a Judalon, creo saber por qué lo haces. En el comentario crítico que aparecía sobre "LA NOVIA DE ACERO" en las tres primeras ediciones de "Movie Movie", mencionaba el número de "seis". Pero un nuevo visionado de la peli poco antes de salir la cuarta, me hizo caer en la cuenta de que en realidad decía "ocho". Y lo corregí.
    Sí, en el cine las "malas" suelen resultar más atractivas, quizá porque su actitud es más sugerente y promete más. En fin, creo que Mae West ya lo decía ("cuando soy buena, soy muy buena, pero cuando soy mala, soy mejor"). Virginia Mayo fue una actriz que desprendía mucha sensualidad (recuerdas su plano de presentación en "JUNTOS HASTA LA MUERTE"?), imprescindible en el cine americano de finales de los cuarenta y todos los cincuenta, y en su filmografía encontramos grandes títulos como la mencionada "JUNTOS HASTA LA MUERTE", "LOS MEJORES AÑOS DE NUESTRA VIDA", "AL ROJO VIVO", "CAMINO DE LA HORCA"... y además era estrábica, lo que le añadía un plus de...¡me extiendo mucho! vamos a dejarlo de momento en este punto.
    Un abrazo.

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  6. Hola, Myra: en verdad, para los cinéfilos de la vieja guardia como es mi caso, aquellos cines de programa doble a los que acudíamos los domingos eran como una ventana que se abría a las cuatro de la tarde. A través de ella podíamos contemplar un mundo en "glorioso technicolor" que nos libraba durante tres horas del blanco y negro o del gris de aquella España con expectativas pero sin presente. Y Virginia Mayo, como ya le contaba a Selegna, fue una actriz emblemática que nos ayudó, a los chavales de entonces, a pasar el trago de aquella época con su presencia vivaracha, sensual, eléctrica, en aquellas películas de gangsters, de aventuras, del oeste. Qué grande era la pequeñaja!
    Un abrazo.

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  7. No te preocupes por extenderte, que a mi me encanta que lo hagas. En cuanto al número seis has acertado y lo de Virginia Mayo, era una pregunta, cuya respuesta ya sé: En el cine este tipo de mujer (o de hombre) es más interesante; y me temo, que en la vida real también.
    Hasta la próxima. Un abrazo

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  8. Nada puedo decirte porque no la he visto. A Alan Ladd, sólo le he visto
    junto a Veronica Lake, a ver si la proxima vez puedo comentar.

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  9. Gloriosa etapa aquella en que Alan Ladd se le conocía en Hollywood como el "príncipe de la Paramount" y rodaba aquellos noir fabulosos, "EL CUERVO", "LA LLAVE DE CRISTAL", "LA DALIA AZUL", con esa rubia suave, melancólica, diminuta y algo misteriosa (a la que le has dedicado un nostálgico post en tu blog) que tan buena química hacía con Ladd.
    Un abrazo, Susan.

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  10. Gonzalo Labat27 febrero, 2012

    Estoy de acuerdo en que Gordon Douglas era un tío muy interesante. Hay dos westerns suyos que me parecen soberbios, "Chuka" y "Río Conchos". A mí me parece algo más que un buen artesano. "La novia de acero" está muy bien como cinta de aventuras. Ese duelo a oscuras es efectivamente un soberbio fragmento, aunque confieso que yo no tengo tanta afición por Alan Ladd como demuestra Teo Calderón.
    Un saludo.

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  11. Hola, Gonzalo:
    Por supuesto que Gordon Douglas superaba con creces (aunque no siempre) el nivel de simple artesano, ese sambenito que de manera facilona colocaban a muchos directores que trabajaban bajo contrato para determinados estudios. Has mencionado esos dos títulos que seguramente son sus dos mejores westerns. Para "RIO CONCHOS" tengo prevista una entrada dentro de poco tiempo, y en cuanto a "CHUKA", extraño western de atmósfera mortuoria, es como la ampliación y consecuencia de otro suyo de características semejantes, SOLO EL VALIENTE".
    Sí, reconozco que mi "afición" por Alan Ladd sobrepasa lo recomendable. Pero, qué le voy a hacer, son traumas de una niñez cinéfaga que arrastro y de los que (felizmente) no puedo librarme.
    Un saludo.

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  12. Me uno al primer comentario.
    Yo crecí con Alan Ladd y eso que soy de los setenta. Recuerdo los fines de semana, de niño, como al amanecer me metía en la cama de mis padres y sobre todo mi padre me hablaba de las maravillas del cine, de actores como Burt Lancaster, Kirk Douglas y como no Alan Ladd. "Como pegaba ni siquiera se despeinaba" este era un comentario muy habitual.
    Luego fuí creciendo y comprobé que era un actor más que correcto que tenía una presencia insuperable. Entiendo muy bien que sea un favorito.
    A mi aparte de Shane, me gusta mucho Los insaciables.

    De Gordon Douglas, aparte de Río Conchos que me parece sin duda su mejor película y un excepcional western, hay una película con James Cagney, Kiss Tomorrow Goodbye que me encanta. Creo que aquí la titularon Corazón de hielo.

    Un saludo

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  13. Hola, C. Noodles:
    Algunos de los que hemos escrito aquí (y sus padres) podríamos formar un tardío club de fans de Alan Ladd, uno de los actores de Hollywood más injustamente vituperados. Efectivamente, con "LOS INSACIABLES", su último film, volvía tristemente a su antiguo hogar, la Paramount, para finalizar su trayectoria con un papel secundario (la película estaba al servicio del emergente George Peppard). No quiso esperar al estreno y nos abandonó. Las intervenciones de su personaje Nevada Smith ennoblecían aquel ambicioso melodrama.
    "CORAZÓN DE HIELO" me parece uno de los mejores trabajos de Gordon Douglas, un duro, cortante y violento "negro" en la línea de "AL ROJO VIVO", con un esca­lofriante James Cagney, casi repitiendo el personaje que incorporara en aquella obra maestra.
    Un saludo.

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