28 de septiembre de 2011

MELODÍAS DE BROADWAY 1955 (The Band Wagon)
(USA) MGM, 1953. 112 min. Color.
Pr: Arthur Freed y Roger Edens. G: Betty Comden y Adolph Green. Ft: Harry Jackson Mt: Albert Akst. DA: Cedric Gibbons y Preston Ames. Ms: Arthur Schwartz. Can: varios. Dr Ms: Adolph Deutsch. Cor: Michael Kidd. Vest: Mary Ann Nyberg. Dr: Vincente Minnelli.
Int: Fred Astaire, Cyd Charisse, Oscar Levant, Jack Buchanan, Nanette Fabray, James Mitchell, Robert Gist, Douglas Fowley, Leroy Daniels, Julie Newmar. Cameo: Ava Gardner.
Alegría, ritmo y color en la feria
Jamás el cine musical brilló tanto en la oscuridad de una noche mágica en el parque
SINOPSIS: Tony Hunter, un bailarín que teme haber perdido su popularidad tras un prolongado periodo de tiempo sin trabajar en el cine, es llamado por un prestigioso y excéntrico director de Broadway para que forme parte de su enloquecido proyecto de montar en Broadway un musical serio basado en Fausto. Allí reencuentra a sus viejos amigos Lester y Lily, también reclutados para este asunto, y es presentado a Gaby, su compañera en la obra, una atractiva bailarina de ballet clásico con la que al principio no congenia. Previsiblemente, el estreno resulta un fracaso. Sin ceder al desánimo y para salvar la inversión, los miembros del equipo deciden reconvertir el espectáculo en algo menos “artístico” y más alegre.
Las piernas de Cyd y las de Fred, sus cuerpos, en un musical de Minnelli ¿se puede pedir más? Sinceramente, creo que no.
COMENTARIO: Indudablemente, se trata del mejor musical rodado por Vincente Minnelli; tan perfecto y fascinante, tan inventivo y dinámico como el que hicieran un año antes Donen y Kelly, “CANTANDO BAJO LA LLUVIA”, del que, en cierto modo, heredó la estructura dramática y la esencia de su argumento (dejarse de ampulosas ambiciones “artísticas”, desembarazarse de prejuicios y dar al público lo que le gusta con la mayor dosis posible de talento) y algunas de las características que animan a los personajes (compañerismo, amistad, amor, contagiosa alegría de vivir y por lo tanto, capacidad para pasar al otro lado del espejo –y nosotros con ellos– transformando lo cotidiano en algo mágico). La ilusión se completa con una cámara integrada y participante (así, la sensación de emplazamiento y escenario viene a desaparecer) en un estilizado mundo de luz, color, ritmo, adorables personajes y problemas con solución. La película contiene –entre otros muchos– tres momentos de indescriptible musicalidad que son al mismo tiempo la esencia del cine-cine y para los que las palabras no valen, hay que verlos y sentirlos: cuando Fred Astaire, recién llegado a Broadway, penetra en un local de diversión con máquinas tragamonedas y un orondo limpiabotas de color comienza a lustrar sus zapatos (“A Shine on Your Shoes”), o cuando Astaire y la electrizante Cyd Charisse, pasean de noche por Central Park e inician un embelesante baile (“Dancing in the Dark”), y en tercer lugar, el más famoso de todos, el ballet final, de audaz coreografía, homenajeando el mundo de las novelas pulp de Mickey Spillane y el género negro en general (“Girl Hunt Ballet”).

3 comentarios:

  1. Como ya ha sucedido en otras ocasiones,¿Que se puede añadir al comentario de Teodoro?.
    Solamente puedo subscribir cada palabra sumándome
    al club de enamorados de esta película, probablemente el mejor musical jamás filmado y recomendar su frecuente visionado al aquellos de las nuevas generaciones que amen el cine total y que resulta tan difícil de encontrar hoy día.

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  2. Gonzalo Labat21 octubre, 2011

    No sé si será el mejor musical que se ha filmado. Si me presionan, lo coloco a la misma altura que "Cantando bajo la lluvia". Y si me preguntan por algo en concreto de "Melodías de..." me quedo con ese largo numerazo musical que se marcan Fred Astaire y la inconmensurable Cyd Charisse parodiando el mundo hampón de Mickey Spillane.
    Sin embargo, creo que las nuevas generaciones de espectadores no estén por la labor de extasiarse ante películas como ésta.
    Un saludo.

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  3. Vaya! Ha sido como una ducha de agua fría comprobar la escasa repercusión que ha tenido la inclusión de tan señero título del musical entre las "perlas" que viene seleccionando este blog. Lo que te da la razón, Gonzalo, cuando presientes que ya no interesa mucho este tipo de cine.
    Nos hacemos viejos... me temo.
    Veremos.

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