19 de marzo de 2012

DOS CABALGAN JUNTOS (Two Rode Together)
(USA) Columbia / John Ford / Sheptner, 1960-61. 109 min. Color.
Pr: Stan Sheptner. G: Frank Nugent, basado en la novela “Comanche Captives” de William Cook. Ft: Charles Lawton Jr. Mt: Jack Murray. DA: Robert Peterson. Ms: George Duning. Dr: John Ford.
Int: James Stewart, Richard Widmark, Shirley Jones, Linda Cristal, Andy Devine, John McIntire, Paul Birch, Willis Bouchey, Henry Brandon, Harry Carey Jr., Ken Curtis, Annelle Hayes, Anna Lee, Olive Carey, Ford Rainey, Jeannette Nolan, John Qualen, Woody Strode, Chet Douglas, Cliff Lyons, O.Z. Whitehead, Mae Marsh, Jack Pennick.
El teniente Jim Gary (Richard Widmark) visita a su viejo amigo el sheriff Guthrie McCabe (James Stewart) y parece complacido en fastidiarle su acomodada existencia
El pragmático Mr Wringle (Willis Bouchey) propone a McCabe una remuneradora componenda, antes de partir en busca de los niños raptados por los indios
Jim y Guthrie tienen una distendida conversación sentados frente a una cámara fija que les observa y "escucha", compartiendo con ellos cinco minutos geniales
Jim comparte con la encantadora Marty Purcell (Shirley Jones) un momento dramático, tras el salvaje linchamiento del joven Running Wolf (que resulta ser su hermanito Steve raptado por los comanches)
SINOPSIS: El acomodado sheriff de Tascosa, individuo descreido e indolente, recibe la visita de un teniente del ejército, viejo amigo suyo, con la orden de conducirle ante su superior para encomendarle la misión de recuperar unos niños blancos capturados años atrás por los comanches. En el viaje a territorio indio acompañará al sheriff su amigo el teniente con el que tendrá serias diferencias de criterio debido al escaso entusiasmo con que nuestro hombre ha aceptado ese trabajo.
El temible Quanah Parker (Henry Brandon), jefe de los comanches, negociará con McCabe la devolución de los niños raptados
La mexicana Elena de Madariaga (Linda Cristal), una de las raptadas por los indios y esposa de un jefe comanche rival de Quanah Parker, huirá con McCabe y Gary
Durante el regreso al campamento de los colonos, las diferencias de criterio entre Jim y Guthrie tendrán como colofón un enfrentamiento y su separación
Una vez finalizada la misión, Guthrie, tras hacer las paces con Jim,  regresa a Tascosa para encontrarse con una desagradable sorpresa
COMENTARIO: Desde su estreno en España, hace más de cincuenta años, he visto “DOS CABALGAN JUNTOS” once veces, todas necesarias, todas apasionantes. Ahora, intentaré explicar brevemente a los más antiguos del lugar algunas de las razones por las que este western perteneciente a la madurez fordiana me sigue pareciendo, en buena medida, insólito dentro de la trayectoria de este genial realizador.
Si nos retrotraemos a “CENTAUROS DEL DESIERTO”, con el que “DOS CABALGAN JUNTOS” coincide en algunos elementos argumentales, resulta sorprendente su planteamiento en el que podemos apreciar una inesperada carga de desencantado cinismo, una nueva manera de presentarnos al personaje principal, un héroe poco convencional, de reprochables actitudes, especie de Wyatt Earp excéptico, perezoso y corrupto que, sin embargo, logra caernos simpático merced a la cómplice mirada de Ford sobre él, una complicidad no exenta de pesimismo. De ahí, la ambigua composición con registro de comedia que de ese sheriff McCabe (especie de contratipo de aquel Nathan Edwards) hace James Stewart.
“DOS CABALGAN JUNTOS”, en su libre, serena y desdramatizada narrativa, contiene, no obstante, memo­rables secuencias intencionadamente dinamitadas con brutales cambios de tono. En este sentido, la poco complaciente visión -esta vez- del mundo de los colonos, a los que Ford ya no ve con los ojos de anteriores westerns, da lugar a momentos de suma crueldad (la furia desatada de estos colonos desemboca en el lichamiento del muchacho indio). Por otro lado, la película, en virtud de una “desenvuelta” estructura, nos ofrece algunas afortunadas audacias de puesta en escena (largo plano fijo frontal de Stewart y Widmark charlando sentados al borde del río).
En suma, repuestos de la sorpresa que a los seguidores del cine de Ford nos supuso en su día el visionado de este sarcástico western, comprendimos casi inmediatamente que estábamos ante una de sus grandes obras maestras, pese a que, tal vez por lo expuesto anteriormente, en su estreno no fue muy bien acogido por el público y la crítica.

2 de marzo de 2012

THE ARTIST
(Fr) Le Petite Reine / Studio 37 / La Classe Américane / JD / France 3 Cinéma /Jouror / Ufilm, 2011. 100 min. BN.
Pr: Thomas Langmann. Pr Ej: Daniel Delume, Antoine de Cazotte y Richard Middleton. Ft: Guillaume Schiffman. Mt: Anne-Sophie Bion y Michel Hazanavicius. DA: Laurence Bennett. Vest: Mark Bridges. Ms: Ludovic Bource. Dr y G: Michel hazanavicius.
Int: Jean Dujardin, Bérénice Bejo, John Goodman, James Cromwell, Penelope Ann Miller, Missi Pyle, Malcolm McDowell, Ed Lauter, Beth Grant, Bitsie Tulloch.
Cada estreno de una de las películas de George Valentin (Jean Dujardin) es un gran acontecimiento
Peppi Miller (Bérénice Bejo) presume de flapper emergente ante un sosias de W.C. Fields (Malcolm McDowell)
SINOPSIS: Hollywood, 1927.  George Valentin es una popular estrella del cine mudo cuyas películas son grandes éxitos. La llegada del cine sonoro que él rechaza frontalmente, marcará el final de su carrera y pronto caerá en el olvido. Pero la joven extra Peppy Miller, a la que Valentin ayudó en sus primeras películas, escala rápidamente el estrellato y le ayudará pese a que el actor se resiste a favores por compasión.
Con el empujón inicial de George Valentin, la joven Peppi Miller pronto se convertirá en una estrella
George Valentin no acepta la rápida imposición del cine sonoro y se queda sin trabajo y olvidado por el público
COMENTARIO: “THE ARTIST”, un capricho? Pues sí. Otro más. Mel Brooks, entre sus “locuras”, lo intentó con poco éxito y menos gracia en “SILENT MOVIE” (1976). Woody Allen, provisto de más talento, realizó en “SOMBRAS Y NIEBLA” (1991) un tolerable pastiche que emulaba los films expresionistas alemanes. Y chapoteando en las aguas de mi memoria emerge “EL PRETENDIENTE” (1962) film silente del francés Pierre Ëtaix, con el que intentó conjugar su asimilación de Chaplin, Keaton y Tati.
Ahora, otro francés, este Michel Hazanavicius, se sube a la máquina del tiempo y acciona la palanca hacia atrás con la pretensión de emular el cine de aquellos maestros pioneros que dice admirar (Murnau, Borzage, Vidor). Lo conseguido es un brillante ejercicio retrospectivo que entretiene, divierte pero nunca emociona porque sólo se trata de un facsímil. En cualquier caso, no encuentro esas influencias para las que nos preparaban sus declaraciones. En cambio, voy a aventurarme con una elucubración sobre las auténticas fuentes de inspiración que animaron a Hazanavicius a emprender “THE ARTIST”.
Nuestro hombre ve “CANTANDO BAJO LA LLUVIA” y se pregunta: ¿qué hubiera sido de Don Lockwood si no hubiera tenido a su lado a Cosmo Brown para aconsejarle, inspirarle, apoyarle, animarle y secundarle en ese punto álgido de su carrera en que desaparecía el cine mudo para dar paso al sonoro, tránsito traumático en el que se perdieron muchas estrellas? La respuesta es el guión de “THE ARTIST”, incluyendo, faltaría más, a la flapper equivalente de aquella Kathy Selden. Todo ello sazonado con unas gotas del esquema de “HA NACIDO UNA ESTRELLA” cuidadosamente dosificadas.
Instalados en esta posibilidad, seguidme por un momento un poco más allá e imaginad el siguiente paisaje -irreal, sí, pero mucho más estimulante y deseable- en el que situaríamos este film si lo hubiera dirigido Stanley Donen (ese indiscutible maestro que la inmisericorde industria de Hollywood “jubiló” hace treinta años). Ya sé que esto puede llegar a ser un exceso de aproximación afectiva, pero pienso que todos habríamos salido ganando y para Donen habría resultado una despedida en beauté.
NOTA: durante las escenas que muestran el descenso a los infiernos del desahuciado protagonista, unos diez minutos, quedé estupefacto al comprobar que la música que adorna las imágenes era, ni más ni menos, el fascinante, magestuoso tema de amor compuesto por Bernard Herrmann para el film de Hitchcock, “VERTIGO”. Que alguien me explique ese extraño y descolocante guiño,  “homenaje”, o como lo quieran llamar.