5 de marzo de 2016

PSICOSIS (Psycho)
(USA) Paramount / Shamley / Alfred Hitchcock, 1960. 109 min. BN.
G: Joseph Stefano, basado en la novela de Robert Bloch. Ft: John L. Russell. Mt: George Tomasini. DA: Joseph Hurley y Robert Clatworthy. Ms: Bernard Herrmann. Títulos y diseño secuencia de la ducha: Saul Bass. Pr y Dr: Alfred Hitchcock.
Int: Anthony Perkins, Vera Miles, Janet Leigh, John Gavin, John McIntire, Martin Balsam, Simon Oakland, Lurene Tuttle, Frank Albertson, Patricia Hitchcock, Vaughn Taylor, Mort Mills, John Anderson.
Los encuentros íntimos de Sam Loomis (John Gavin) y Marion Crane (Janet Leigh) se llevan a cabo en la habitación de un hotel aprovechando la hora del almuerzo. 
La penuria económica de la pareja es la causa de que aún no puedan hacer planes
de futuro. Ninguno de los dos está a gusto con esta situación.
Es la hora de que ella vuelva al trabajo. Se aman pero las cosas no pueden continuar así.
Un cliente ricachón acude a la oficina donde trabaja Marion para cerrar una operación y efectúa un pago en efectivo de 40.00 dólares.
Enviada por su jefe para ingresar esa cantidad en el banco, Marion ve la ocasión de solucionar los planes de futuro con su novio Sam y decide huir con el dinero.
Obligada a detener el coche en un semáforo, ve pasar delante del coche a su jefe (Vaughn Taylor) que la observa extrañado.
El miedo y la tensión se apoderan de Marion mientras conduce cuando un coche
de la policía se sitúa detrás de ella.
Obligada a detener el coche, el policía le pide la documentación por un motivo que 
nada tiene que ver con su acción delictiva de la que de momento nadie sabe nada.
Sobre una pequeña colina y bajo un cielo amenazador, se recorta un caserón...
La lluvia y la caída de la noche, obligan a Marion a pernoctar en un motel apartado
de la ruta principal.
El joven (Anthony Perkins) que atiende a Marion en el motel se llama Norman Bates
y muestra un carácter tímido e inseguro
 frente a su inesperada y atractiva huésped
. 
Norman dando a Marion nerviosas explicaciones sobre la habitación asignada. 
SINOPSIS: Marion Crane, una muchacha con problemas sentimentales derivados de lo económico, cede a la tentación de apropiarse de 40.000 dólares de la empresa donde trabaja. En su huida por carretera, una copiosa lluvia la hace desviarse de la autopista, yendo a parar frente a un apartado motel donde decide pernoctar. El establecimiento es atendido por un tímido muchacho en apariencia dominado por su "madre", una anciana enferma a la que oímos y cuya presencia sólo intuimos. Mientras nuestra atractiva heroína, una vez acomodada en su habitación, se ducha, aparece ante ella la amenazadora silueta de una anciana blandiendo un cuchillo de cocina...
En el rostro de Marion se dibujan el cansancio y la inquietud. Con la apropiación de ese dinero ha dado un paso irreversible que la obligará a reconsiderar su situación.
A través de un pequeño orificio en la pared, el ojo de Norman espía a Marion en su habitación. 
Ignorando que está siendo observada, ella comienza a desnudarse para tomar una ducha reparadora.
Habiendo tomado la decisión de devolver el dinero robado, tal vez el agua 
caliente cayendo sobre su cuerpo adquiere el carácter de un baño purificador.
Esa ducha reparadora será letalmente interrumpida.
Marion ha sido brutal y repetidamente acuchillada. La vida se le escapa por las heridas.
La mirada congelada de Marion se dirige a un punto sobre la nada.
El detective Arbogast (Martin Balsam) será el encargado de averiguar el paradero de Marion.
Otra muerte, esta vez escaleras abajo.
Lila (Vera Miles) es la hermana de Marion y se ampara en Sam para buscar a su hermana desaparecida.
Las pesquisas previas de Arbogast llevan a Lila y Sam hasta el motel de Bates, donde se inscriben como una pareja para tratar de averiguar detalles.
La mente escindida de Norman le lleva continuamente a mantener "diálogos"
con su difunta madre.
En un breve momento de lucidez, horrorizado ante las consecuencias de su comportamiento.
Las averiguaciones de Lila la llevan hasta el sótano de la casa familiar de Norman
situada sobre la pequeña colina junto al motel.
Una vez descubierto el horror, Norman es detenido y aquí le vemos en la comisaría envuelto en una manta mostrando ausencia y desamparo.
Imagen de cierre: la mente enajenada de este joven poseído y dominado por la 
de su represora madre muerta, a través de una mirada que hiela la sangre.
COMENTARIO: El cine de terror, junto con el western, el melodrama o la comedia, siempre fue considerado un género comercial de puro entretenimiento y por ello, secularmente tratado por la crítica “seria” con cierto desdén. Precisamente el enorme éxito comercial de “PSICOSIS” empujó aún más a muchos críticos de la época a despachar esta obra maestra (tan compleja e innovadora como pudieron serlo sus coetáneas “LA AVENTURA” de Antonioni, o “EL AÑO PASADO EN MARIENBAD” de Resnais, por poner dos ejemplos de películas con elementos hitchcockianos) como un truculento producto comercial esperable en un director solo preocupado por asustar al espectador (!). Me pregunto si quienes se empeñaban en una visión tan reductora del cine de Hitchcock no habían visto poco antes títulos suyos como “FALSO CULPABLE” y “VERTIGO”. Pero no hay nada como la madurez y perspectiva que proporciona el paso de los años y los sucesivos acercamientos a una obra, para recolocarla en su justo lugar una vez reconocida su importancia incluso por quienes en su día despreciaron sus virtudes o no supieron verlas (un "pecado" que con mayor o menor importancia hemos cometido todos alguna vez).
En fin, considerada comunmente "el plato más fuerte preparado por Hitchcock", lo cierto es que, efectivamente, el autor de "CON LA MUERTE EN LOS TALONES" se mostró esta vez más explícitamente aterrorizador que nunca, llevando hasta las últimas consecuencias su genial dominio del lenguaje de la cámara para atrapar, conducir e implicar al público en una trama diabólicamente bien construida. Su puesta en escena, precisa e inventiva, asombrosa siempre, viene a estar sembrada (una vez más) de referencias que afectaban al oscuro habitáculo de los demonios personales de Hitchcock, complacido aquí como en ninguna otra ocasión, en teñir de una sutil ironía los detalles de una escalofriante pero privilegiada mirada de voyeur.

20 comentarios:

  1. El desprecio de muchos críticos por la obra de Hitchcok en su momento puede ser criticable, lo grave es que todavía haya quien mantenga semejante disparate tras ver "Los pájaros", "Vértigo" o esta maravilla que nos traes hoy. Haces bien en citarla junto con las obras maestras de Antonioni y Resnais, solo que lo de Hithcock tiene más mérito al tener unas exigencias comerciales que no tenían el italiano o el francés.

    Un abrazo, Teo.

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    1. Hola, Gonzalo. Me gusta pensar que pocas personas en verdad interesadas por el llamado séptimo arte mantienen hoy tal cortedad de miras respecto al cine de Hitchcock. En los últimos (y no tan últimos) años se ha hablado y escrito mucho -no siempre en profundidad- de títulos como "ENCADENADOS", "VERTIGO" o la mencionada por ti "LOS PÁJAROS". En fin, creo que por fin, a trancas y barrancas, hasta los más recalcitrantes negacionistas están reconociendo al autor de "FALSO CULPABLE" como un maestro, no solo del suspense.
      Y tienes razón en lo meritorio de Hitchcock a la hora de plasmar subrepticiamente sus inquietudes y obsesiones, en suma, su complejo universo personal, sin por ello dar la espalda al "gran público". Eso sí, de ahí que algunos espectadores perezosos se queden únicamente con la capa exterior de su obra.
      Un abrazo.

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  2. Innovadora, rompedora, chocante, imprevisible, terrorífica, inquietante... y así hasta el infinito. De todo el universo Hitchcock de obras maestras y un gran puñado de películas notables, para una servidora ésta es LA PELÍCULA del maestro que me llevaría conmigo. El grado de perfección es tal que, desde entonces, absolutamente todas (o casi) han intentado emular sin conseguir siquiera un ápice que ésta infunde sobre el ánimo del espectador. Es, valga la redundancia, puro CINE. Se devora con la mirada, pues muchos minutos del film no contienen diálogo alguno y, sin embargo, es imposible apartar la vista de ella.
    Crítica soterrada hacia el capitalismo, sexualidad apenas reprimida, institución matrimonial despojada de sentido en la magnífica primera secuencia del film pero, sobre todo, una mirada penetrante sobre la psique humana conforman una incontestable Obra Maestra de la historia del cine.
    Fotogramas que son pura filigrana, una fotografía espléndida, unos primeros planos que son oro puro, diálogos precisos y brillantes y unas interpretaciones de todo el elenco excepcionales de los que merecen una ovación aparte Janet Leigh y Anthony Perkins en los mejores papeles de sus carreras. Y como colofón uno de los mejores finales que servidora ha visto nunca, con un rostro de Perkins que pone los pelos de punta. Brutal.

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    1. Todos los epítetos que utilizas para definir la naturaleza de "PSICOSIS" la definen sobradamente. Es con toda probabilidad la película de Hitchcock más minuciosa y rigurosamente medida y construida y la que mejor conduce las emociones y reacciones del espectador merced a la anonadante maestría con la que utilizó los resortes y estrategias existentes. Eso, además de las soluciones escénicas diseñadas por él (las más audaces) y que -como dices- a partir de entonces todo este bagaje de hallazgos fue incorporado con mayor o menor habilidad por otros realizadores en este tipo de cine.
      De acuerdo también en los significados que le atribuyes a la película (a partir de ese profundo conocimiento de la condición humana), alguno de los cuales han constituido la espina dorsal de buena parte de la obra del maestro, especialmente la sexualidad reprimida y la (nefasta) influencia de las madres (¡ay, las madres de Hitchcock!). Supongo que no necesito poner ejemplos.

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    2. ¡Exacto! Hay una frase en la secuencia en el salón, tras la oficina del motel, que le espeta Perkins a Leigh que me deja patidifusa: "El mejor amigo de un chico es su madre". Ahí es cuando el espectador un poco sensitivo comienza a pensar que ahí hay "algo" más.
      Recuerdo perfectamente la tarde en que la ví por vez primera, un sábado de pleno mes de agosto. Estaba yo sola en casa y decidí ver la película, que me la había comprado por la mañana que venía con un periódico por un módico precio. Ni bajé persianas para ambientar el momento ni nada (ahora sí lo hago con las pelis de este género, jeje). Y, sin embargo, desde que comenzó el film todo de repente se tornó intrigante y oscuro. Hacía calor y, no obstante, sentí la necesidad de taparme con la manta que tenía en el sofá. Gocé de puro miedo durante todo el film como nunca he vuelto a hacerlo con ninguna otra - aunque con alguna excepción, alguna se le ha podido acercar -. Agradecí secretamente haberla visto sola y esa noche cada vez que pasaba por delante de una puerta tenía el temor de que tras ella iba a salir Perkins.
      Desde entonces, no he vuelto a encontrar una película que me haya inquietado y aterrorizado tanto como ésta. Quizá porque con ella iba con la mirada limpia e inocente, de no saber absolutamente nada (salvo claro está, la escena de la ducha por pura sociología). Y es algo que echo en falta, por eso no busco saber de qué va la película en cuestión cuando sé que es de suspense y/o terror.
      Un último apunte, pero no menos importante, que se me olvidó comentar antes - imperdonable por mi parte - la portentosa e inmortal banda sonora de Hermann que contribuye, y de qué manera, al desasosiego del film. Si ya los famosísimos compases de la ducha son de crisparse los nervios, no menos atemorizante es el resto. Porque a mí me resulta más amenazador todavía la música del inicio de la película (no la de los títulos de crédito), en la que sólo vemos un conjunto de edificios impersonales. Todo un alarde de potencia musical, además de narrativa y visual.
      Buento, creo que me he alargado mucho con mi texto pero me apetecía compartir mi experiencia con esta joya del Séptimo Arte porque, a partir de entonces, empecé a comprender mejor los mecanismos del cine narrativo clásico y me encandiló ya para siempre.

      Abrazos querido Teo.

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    3. Hitchcock solía "avisarnos" sutilmente de algo que está ahí, latente u oculto. Por ejemplo, en "LOS PÁJAROS"; la película comienza como una comedia de aquellas que rodaban Rock Hudson y Doris Day y así discurre durante los primeros veinte o veinticinco minutos hasta que en un momento dado, Melanie, en medio de sus femeninas estrategias para conquistar a Mitch, recibe el inesperado picotazo de una gaviota, lo que nos pone en guardia. En "PSICOSIS", cuando Lila y Sam hablan con el sheriff sobre la "presencia" de la madre de Norman en la casa, éste que sabe que ha muerto hace tiempo, se hace la siguiente pregunta: "Si han visto realmente a la Sra. Bates ¿quién es la mujer que enterramos en su día?". A continuación, la imagen que vemos es la de Norman entrando en su casa y subiendo las escaleras del piso superior mientras la cámara inmóvil le encuadra de espaldas cuando sube los peldaños con un bamboleo de sus caderas completamente femenino. Nos acaba de decir sin que nos demos cuenta quién "es" la madre.
      Hitchcock, lejos de manipular al espectador (que suena peyorativo), lo conduce como un director de orquesta suministrando pequeñas indicaciones, datos, detalles (que en ocasiones pasan desapercibidos en una primera visión). Y las madres de los protagonistas en muchas de sus películas nos proporcionan datos muy valiosos para su mejor comprensión.
      En cuanto a la música de Herrmann, volaba a la misma altura que las imágenes a las que acompañaba, dimensionándolas de manera que se producía el fenómeno inverso a lo habitual en otras películas: aquí, esa música parecía emanar de las propias imágenes, tal era la fuerza y conjunción de ambas.
      Un abrazo, Miriam, y gracias por tus aportativos comentarios.

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  3. Es un gran filme del maestro Hitchcock. Esta junto con "Los pájaros", son mis favoritas. Leí hace tiempo que Jamie Lee Curtis, la hija de Janet Leigh, va hacer o ha hecho ya, no lo sé con certeza, la misma escena de la ducha que protagonizó su madre.

    Un saludo!

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    1. Después de un plato tan fuerte como "PSICOSIS", era difícil volver a golpear con la misma fuerza a los espectadores, no obstante, el maestro lo consiguió con "LOS PÁJAROS", otra de sus grandes obras maestras, una de las más inquietantes.
      No tengo noticias de que la hija de Janet Leigh haya rodado ningún remake de la película que nos ocupa, o de esa escena en concreto. En cualquier caso, podía habérsele ocurrido antes porque la criatura ya ha cumplido los 58 años.
      Un saludo.

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    2. Jaime Lee, no iba hacer un remake. Esa escena creo que era para una serie.

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    3. Ahora sí, Éowyn. Ya me he informado y efectivamente, en un capítulo de la serie "SCREAM QUEENS" que protagoniza Jamie, se recrea la mítica secuencia de la ducha de su madre en la cinta de Hitchcock. Esta vez sustituyen al travestido Norman por una especie de demonio con cuernos. En fin...

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  4. Basta mirar los fotogramas que has seleccionado para darnos cuenta que estamos ante una película cuyas imágenes forman ya parte del imaginario colectivo. Absolutamente mítica. También hay que mencionar la banda sonora de Bernard Herrmann, también mítica y genial. Estamos ante una de las mayores muestras de genio de Alfred Hitchcock, que manipulaba al espectador y lo llevaba exactamente por donde el quería, como explicó muy bien en su famoso libro-entrevista con Truffaut.
    Un saludo.

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    1. No habíamos mencionado, hasta que lo has hecho tú, la fabulosa música compuesta por Bernard Herrmann, pieza fundamental en la película. Innovadora hasta límites insospechados para la época, los famosos y espeluznantes chirridos de violín en la secuencia de la ducha han puesto la carne de gallina a media humanidad y han quedado para la historia. Para mí, Hermann ha sido sin duda el mejor compositor que ha dado el cine y en especial sus trabajos para Hitchcock no tienen parangón.
      Un saludo.

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  5. A pesar de que por mi edad la primera vez que vi "Psicosis" fue ya a mediados de los años ochenta en un pase televisivo, aun así me puso los pelos de punta y me quitó el sueño. Para mí es la cima del cine de terror y una de las mejores películas que nos ha dado el cine en toda su historia. En ella se rompían muchos esquemas en los que el espectador de la época se había ido acomodando, al que le rompió todos los esquemas para siempre.
    Un abrazo.

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    1. Ya, he imagino que cuando la pasaron por la tele, aunque fuera hace muchos años, llegaste a ella inevitablemente sabiendo el meollo del argumento porque era improbable que la vieras en estado virginal siendo una de las películas más comentadas y "spoileradas" desde que se estrenó en 1960. Pero aún así, "PSICOSIS" constituye un raro fenómeno dentro del cine de terror pues aunque la veamos muchas veces, apenas disminuye el impacto de sus imágenes sobre nosotros. Porque es cine en estado puro.
      Un abrazo.

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  6. Realmente Alfred Hitchcock era un maestro del séptimo arte y esta película lo demuestra. Con impactantes escenas, hasta el final, con el protagonista mirando a cámara.

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    1. Oh, sí. Ese plano final de Norman Bates dirigiéndonos la mirada mientras fugazmente se produce la superposición de la calavera de su madre sobre su rostro, aún continúa helándonos la sangre después de tanto tiempo y tantos visionados.

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  7. En uno de tus comentarios con Miriam has mencionado ese momento en que Norman sube las escaleras revelando su parte femenina invadida por la figura de la madre. Me has obligado a acudir a mi dvd para comprobarlo y ¡es cierto!. Pero lo que quería señalar aquí es cómo precisamente a partir de ese plano-secuencia en que la cámara ha estado quieta sin acompañar la subida de Norman, cuando éste desaparece por la parte superior izquierda penetrando en la habitación de su madre, la cámara finalmente inicia por su cuenta el ascenso de las escaleras y cuando llega al piso de arriba, se eleva sobrepasando los límites del techo, gira y encuadra la puerta entreabierta por la que desapareció Norman que a continuación sale con su madre en brazos y baja de nuevo por esas escaleras que primero subió él, luego la cámara y que ahora volvemos a ver (debemos tener en cuenta que en 1959 no existían ni steadycam, ni cromas, ni tecnologías que permitieran hacer todo eso en falso). Es sencillamente asombroso como también lo fue dos años antes la famosa grúa con la que se inicia "SED DE MAL".
    Saludos.

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    1. ¡Ufff! Lo cierto es que al describir esa portentosa grúa, utilizas una técnica sintáctica equivalente al plano sin cortes cinematográfico; casi agoto mi resuello leyendo de un tirón tu pormenorizada descripción sin recurrir al "punto y seguido". Pero es así, efectivamente, y es un magnífico ejemplo del genial concepto de puesta en escena que practicaba Hitchcock. Resultó una hazaña increíble y no se trataba de exhibicionismo técnico ya que esa forma de resolver la secuencia resulta muy eficaz narrativamente, sobre todo para evitar con esa posición cenital final de la cámara que los espectadores pudiéramos descubrir que la señora que Norman llevaba en brazos y con la que mantiene un "diálogo", es solo una momia.
      Comparar esta proeza con la de la película de Welles, es pertinente e inevitable.
      Un saludo.

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  8. Flor de santidad12 marzo, 2016

    Ya habéis hablado aquí todos mucho y muy bien de esta película que es una de las más impresionantes que he visto nunca. Pero ahora, Teo, tengo una curiosidad ¿qué opinas de ese remake que rodó Gus Van Sant hace unos años? Porque a mí me dejó muy desconcertada.
    Un abrazo.

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    1. Cómo te lo diría, Flor de santidad... Si tuviéramos que elegir una entre todas las estupideces paridas por la industria de Hollywood a lo largo de su historia, créeme que lo tenemos muy fácil: la absurda horterada, la necia e irresponsable decisión de llevar a cabo un remake de “PSICOSIS” o, para ceñirnos con mayor exactitud al caso que nos ocupa, una “clonación” de la cinta de Hitchcock (por si no fuera suficiente con las abochornantes secuelas de que fuera víctima dicho título a lo largo de los años ochenta). Este insólito capricho, esta desarmante demostración de inmodestia de que hizo gala Gus Van Sant rehaciendo el genial y –en su momento– revolucionario film, adquiere proporciones de delirante acto de enajenación, de maniática perversión, cuando decide tomar como "storyboard" los propios fotogramas de la película de Hitchcock. Así, asistimos a un torturante ejercicio de calco milimétrico en el que los actores Vince Vaughn, Julianne Moore, Viggo Mortensen y Anne Heche, hacen y dicen exactamente lo que respectivamente hacían y decían Anthony Perkins, Vera Miles, John Gavin y Janet Leigh en el origi­nal, incluyendo en este cabreante facsímil la recreación de los títulos de crédito diseñados por Saul Bass y utilizando ¡también! la música de Bernard Herrmann. En el colmo de los despropósitos hasta falsifican, con la ayuda de un sosias, la tradicional aparición de Hitchcock. Eso sí, para contemporizar, el portentoso blanco y negro del original fue sustituido por fastuosos colorines.
      ¿Ha quedado satisfecha tu curiosidad? En cualquier caso, ya ves que me alineo con tu desconcierto.
      Un abrazo.

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