29 de marzo de 2016

MOGAMBO
(USA) MGM, 1953. 116 min. Color.
Pr: Sam Zimbalist. G: John Lee Mahin, basado en la novela de Wilson Collinson. Ft: Robert Surtees y Frederick A. Young. Mt: Frank Clarke. DA: Alfred Junge. Vest: Helen Rose. Ms: los sonidos de la selva. Dr: John Ford.
Int: Clark Gable, Ava Gardner, Grace Kelly, Donald Sinden, Philip Stainton, Eric Pohlmann, Laurence Naismith, Denis O'Dea, Bruce Seton.
He aquí los personajes protagonistas de un triángulo amoroso en plena selva:
Victor (Clark Gable), Eloise (Ava Gardner) y Linda (Grace Kelly).
Linda Nordley ha llegado a Kenia acompañando a su confiado esposo para un safari
hasta la peligrosa región de los gorilas.
El cazador Victor Marswell, un tipo de vuelta de todo que ha aceptado el encargo de acompañar a la pareja en su aventura, pronto capta el interés de Linda.
Inesperadamente, entra en escena Eloise Kelly, una bregada y bella mujer que llega hasta ese rincón de la selva para complicar la situación.
Dos mujeres muy diferentes frente a un tipo endurecido que no está muy seguro de cómo tratarlas.
La perceptiva y experimentada Eloise, conocedora de los hombres, pronto capta la situación y establece con la engreída Linda una tensa relación.
Donald Nordley (Donald Sinden), el esposo de Linda, parece ajeno a lo que se está cociendo entre su mujer y Victor, lo que empuja a Eloise a ironizar con él.
Nada mejor que una elegante cena para irse "conociendo".
Una velada trufada de insinuaciones que culmina con Eloise, Donald y John (Philip Stainton), amigo y ayudante de Victor, formando un animado trío en torno a una pianola.
Una relajada Eloise haciendo tiempo mientras se pasea entre las jaulas de los animales.
Nocturno con la serena belleza de Eloise resplandeciendo.
Victor se ha dejado arrastrar por el delicado encanto de Linda y cuando Eloise
se lo reprocha, él la maltrata verbalmente.
Antes del viaje que los llevará al corazón de la selva.
SINOPSIS: En Kenya, un bregado cazador blanco ve alterado su modus vivendi con la llegada a su cuartel general de, por un lado, una atractiva y desinhibida aventurera y, por otro, una remilgada damita inglesa acompañada de su marido, más interesado en un ingenuo estudio de las costumbres de los gorilas que en vigilar a su esposa gradualmente atraída por la saludable arrogancia y machismo de nuestro héroe, que habrá de pechar con los requerimientos amorosos de estas dos mujeres.
El esposo de Linda, un personaje ciertamente panoli, continúa sin percatarse del
naciente romance entre su mujer y Victor.
Durante el recorrido en canoa por el río, la tensión entre las dos mujeres se puede mascar.
Ambas, cada una a su manera, están muy interesadas sentimentalmente por el rudo Victor.
Un alto en el camino a la tierra de los gorilas es el momento en que Victor y Linda, alejados del campamento, se entregan a lo que sienten el uno por el otro.
Con el río de fondo, un apasionado beso que sella oficialmente su adúltero romance.
Linda no sabe disimular los celos que provoca en ella la presencia de Eloise en el safari.
Un momento apurado para Linda: ha caído en una trampa construida para cazar animales.
El paso de la expedición por una misión en la selva, es aprovechada por Eloise para ponerse en paz con Dios y la pide al padre Josef (Denis O'Dea) que la confiese.
En un remanso de paz, Eloise, a quien la vida ha vapuleado, confiesa a John, gran amigo de Victor, sus sentimientos por el cazador.
Linda, cegada pasionalmente por Victor, no quiere entender los consejos de Eloise.
Adentrándose en la peligrosa región donde moran los gorilas.
Por fin, Victor parece comprender que de quien está realmente enamorado es de Eloise,
a la que tan rudamente ha tratado hasta ahora.
Victor besa a la noble y valiente mujer que tiene entre sus brazos.
A través de un espinoso itinerario moral y del amor, hemos descubierto a Eloise, tanto en su belleza exterior como en su grandeza interior.
Pose promocional de Clark Gable y Ava Gardner, luciendo ella una inconmensurable belleza.
Lógicamente, no podía faltar un posado semejante con la otra parte contratante de ese triángulo romántico que presentaba la película, la no menos atractiva Grace Kelly, de corta pero brillante carrera en el cine.
COMENTARIO: A raíz del éxito de público obtenido dos años antes por “LAS MINAS DEL REY SALOMÓN”, la Metro decidió seguir explotando la veta de los relatos de aventuras africanas y optaron para la ocasión por un remake de "TIERRA DE PASIÓN", película realizada en 1932 por Victor Fleming. Cuando John Ford se hizo cargo -sorpresivamente- de este proyecto, imagino que lo hizo tomándoselo como unas vacaciones selváticas. En su día, cuando fue estrenada, se la consideró casi unánimemente como uno de sus trabajos menos personales. Lo cierto es que, sin demérito para la película, parece, por momentos, más de Howard Hawks que de Ford (ésta es una apreciación mía que pocos comparten).
Ford no nos tenía acostumbrados a una carga erótica tan intensa como la de “MOGAMBO” donde las mujeres, creo que por primera vez, adquieren una capital importancia sobrepasando con creces su papel de sumisas y asexuadas criaturas esperando en el porche el regreso del varón. En este sentido, el tratamiento que Ford da a los personajes de Grace Kelly y Ava Gardner es de una cariñosa entrega y, en el caso de la segunda, de comprensión y complicidad. De hecho, esta película resulta especialmente atractiva y memorable merced a la utilización que se hace de la Gardner, de manera próxima y muy “carnal”. Ava duchándose, Ava marcándose unos pasos de baile mientras cargan el rinoceronte atrapado, Ava tocando la pianola y cantando, Ava cubriendo su cabeza cuando entra en la capilla, una excelsa Ava confesándose tras la cortinilla bajada o narrando su vida a John (Philip Stainton) y, sobre todo, una maravillosa y espontánea Ava dando de comer a las crías de elefante y rinoceronte dentro del cercado. Ella, con la entrega de Ford, consigue que su maltratada y curtida Eloise emerja descubriéndonos esas dulzura y femineidad que laten bajo una capa externa de sarcasmo y mordacidad. En su evolución, en sus gestos, en sus réplicas, la llegamos a sentir humana y físicamente.
De niño, la disfruté naturalmente sin capacidad analítica pero ahora, después de una docena de visionados repartidos en el tiempo, continúa deleitándome esa concatenación de momentos sublimes que constituyen su desarrollo y que la convierten en una obra inolvidable en virtud de la sabiduría del autor que se deja notar en su relajada seguridad narrativa, en una sagaz utilización de los elementos de la naturaleza como aportación dramática, en su “áspero” romanticismo y en ese ocasional y avieso sentido del humor aplicado en algunas escenas.
En suma, una cinta muy estimulante, subcutáneamente fordiana (pese a ese barniz hawksiano al que aludía en el primer párrafo), cuyo “reconocimiento” por parte de aquel sector crítico que en el pasado se mostró excéptico y despreciativo tachándola de producto comercial y ejemplo de la decadencia de Ford (!), ha necesitado muchos años de reposo hasta alcanzar el privilegiado lugar que hoy ocupa en el corazón de todos los que (con las nieves del tiempo plateando nuestra sien) aún sentimos la pasión por el cine.

17 comentarios:

  1. No puedo recordar las veces que la he visto, y disfrutado, porque son muchas. Me encanta esta peli y me encanta el papel descarado y tierno de Ava. Y luego está el orejotas, claro...dejándose querer, seducir y rechazar a partes iguales por la pavisosa de la Kelly (pavisosa en esta peli, aclaro).
    He disfrutado con esta entrada, Teo.

    Un beso

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Hola, Myra. Este clásico es de los inagotables, de los que van acompañándonos toda la vida. Y es que su perfecta factura contiene elementos tan excitantes y atractivos como la propia selva y como los personajes que conforman ese triángulo con tanta trastienda. Tal vez -como dices- Linda se nos aparezca como una pavisosa pero el hecho de que la encarne Grace Kelly (hielo por fuera, fuego por dentro) y la manera directa en que busca en el curtido Victor sensaciones no proporcionadas por su asexuado marido, la colocan en otro nivel. Pero para mí el gran atractivo de "MOGAMBO" es esa Eloise que hasta el momento en que aparece en la película ha malgastado su vida con "romances" subvencionados en un despertado itinerario; con la maravillosa composición de Ava Gardner, llegamos a comprenderla, respetarla y amarla.
      Un beso.

      Eliminar
  2. No te niego lo de Hawks que dices, Teo, pero a mí me parece muy fordiana, precisamente porque aplica su estilo visual a rajatabla aun tratándose de un escenario y una historia tan alejados de los habituales de Ford. Pero, bueno, que me encanta, como a ti, y que el tiempo demuestra que, a la zazón, John Ford se encontraba en un estado de forma extraordinario que culminarán "Cuna de héroes", "Centauros del desierto" y "Escrito bajo el sol".

    Un abrazo.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Es innegable que todas las películas de John Ford son muy fordianas. Pero en algunas ese estilo, esos elementos "fordianos", quedan mucho más explícitos, tal vez por acumulación (un ejemplo entre muchos sería "LA LEGIÓN INVENCIBLE"). En la que ahora nos ocupa, su marca de fábrica queda algo diluida en el tipo de historia que nos cuenta y el escenario en que se desarrolla; por eso, siempre que la veo imagino a Ford preguntándose tras haber sido contratado por la Metro: ¿cómo rodaría mi amigo Hawks este guión?
      En cuanto a los críticos que en su día (lejano) no sabían "ver" las películas de Ford, probablemente porque carecían de la sensibilidad y lucidez necesarias, solo se les comprende por la falta de perspectiva y una abundancia de buenas películas rodeando las de Ford en una época en que todos los grandes directores estaban en activo. Eso ha ocurrido siempre en todos los órdenes de la vida: sólo se valora en su auténtica dimensión lo que ya no tenemos.
      Un abrazo.

      Eliminar
  3. No es de mis favoritas de Ford, pero es de Ford. Con Gable ya talludito, quizás le falte algo del picante de Tierra de Pasión (¿dónde está Jean Harlow?), o puede que no llegue a otro triángulo selvático, pero en mi opinión bastante más conseguido: Pasión en la selva. No sé...

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Bueno, Ethan, creo que Gable tenía cincuenta y dos años cuando rodó "MOGAMBO", los mismos de algunos coetáneos suyos (Gary Cooper, Cary Grant) cuando aun les faltaba por rodar sus mejores películas. En cuanto a "TIERRA DE PASIÓN", solo la he visto una vez en la Filmo... En fin, a mí Victor Fleming, aun siendo el firmante final de "LO QUE EL VIENTO SE LLEVÓ", creo que nunca depasó el nivel de un disciplinado (y técnicamente capacitado) realizador sin estilo propio, contratado por años y años en la Metro. Y si me das a elegir entre Jean Harlow y la Gardner, la primera -por comparación- pierde color hasta desaparecer (solo estuvo realmente bien en "CENA A LAS OCHO", parodiándose a sí misma). Vamos, creo dejar claro que me quedo con la de Hawks, perdón, con la de Ford (qué manía la mía).

      Eliminar
  4. Flor de santidad31 marzo, 2016

    No niego que la película tiene su encanto pero en las dos veces que la he visto, su esquema me sigue pareciendo un pelín machista, lo cual supongo que es natural por la época en que se rodó. Me explico: las dos mujeres de la película son "transformadas" por el macho dominante; una, en su melindrosa concepción de las relaciones con un hombre y la otra, redimiéndose finalmente cuando se enamora del cazador. ¿No es así?
    Un abrazo.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Pues no, no me parece que sea así como lo describes de manera diría que tan sesgada. Es como buscarle tres pies al gato. Te recomiendo que la veas por tercera vez y luego ya, si eso, volvemos sobre el supuesto machismo de esta película que no veo por ninguna parte porque, como precisamente apuntaba en mi reseña, Ford concedió al personaje femenino que incorpora Ava Gardner un tratamiento especialmente atento y sensible, poniéndose de su parte y "ridiculizando" en algún momento al del "macho dominante".
      Un abrazo.

      Eliminar
  5. Estoy básicamente de acuerdo con Teo en que un elemento desconcertante para los que en su día pensaban ver la "típica película de John Ford" sea eso que apunta de la inusual carga erótica que contiene la película y la dimensión que el director le da al personaje de Eloise ¡grande, grande, Ava Gardner!. No sé si en esto coincidiremos, pero me parece que en cierto modo esa mujer valiente, bregada y generosa, podría enlazar con aquella subsiguiente Dra. Cartwright de "Siete mujeres". Dicho lo cual, diré que "Mogambo" me apasiona tanto como las oficialmente consideradas mejores de Ford.
    Saludos.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Mira tú por dónde, Gonzalo, algo que revoloteaba en mi cabeza me lo has hecho ver con una claridad meridiana cuando apuntas que Eloise, salvando las diferentes circunstancias de los personajes, es un precedente directo de la doctora Cartwright en aquella película (lamentablemente, la clausura de su carrera), obra concisa, conmove­dora en su desnudez y como hemos podido comprobar, inusual en el protagonismo que el autor de "EL ÚLTIMO HURRA" otorga a su admirativa valoración de la mujer.
      Rememorándola, el personaje incorporado por Anne Bancroft inspiró al maestro algunos momentos sublimes. El hecho de elegir a dos actrices de presencia tan potente en la pantalla como Ava Gardner y la Bancroft, indudablemente, sirvió para reforzar los matices del retrato que deseaba el director.
      Un saludo.

      Eliminar
  6. Sin ser una de las mejores obras de Ford, "Mogambo" constituye una película realmente notable por varios conceptos: en primer lugar, como tú apuntas querido Teo, por el tratamiento que le otorga a la mujer; en segundo lugar, por el contexto que condiciona el relato y, en último lugar, por el desaforado erotismo que transmite el film, inusual en el cine de Ford.
    Lo único que me chirría es el final. Quizá sea demasiado extremista pero hubiera preferido un final en el que ninguno hubiese quedado satisfecho. Me explico: el personaje de Grace Kelly quedaría igual, yéndose con su marido, lógicamente; pero me hubiese gustado que el personaje de Gable se hubiese quedado con un palmo de narices al ver que al final se iba a quedar solo, por idiota, por dejar escapar a la mujer que realmente merecía la pena y, aunque Ava Gardner se hubiese sentido desdichada, por lo menos habría mantenido el orgullo y la estima elevada al ser determinante en su decisión de marcharse y olvidar a un hombre que en realidad no la merece. Una historia como ésta se merecía un final catártico. Probablemente hubiese sido, en mi modesta opinión, una película más grande y con un mensaje más contundente e, incluso, aleccionador.

    Abrazos!!

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Ese desenlace tan justo como inmisericorde que propones, Miriam, me temo que las reglas del mercado (siempre que se pueda, hay que satisfacer las expectativas del espectador) no se lo hubieran permitido a Ford, a pesar de precedentes como "CASABLANCA" (que en su estreno no fue ningún taquillazo). Por otro lado, permíteme que argumente mi enfoque que difiere en algo del tuyo. Efectivamente, a Linda no le queda otra que regresar a la "civilización" con su ridículo esposo (en Londres probablemente su aburrimiento la empujará a buscar algún sucedáneo urbano del cazador); pero tanto Victor como Eloise, allí en la selva, están condenados a "entenderse". Ella, superior humana e intelectualmente a él, será su redención pues en esa relación está claro para mí que Victor, con los cimientos socavados pese a parecer tan seguro de sí mismo, ha comenzado a valorar a esa mujer y sin duda aprenderá de ella hasta lograr ponerse a su altura. Vamos, que a poco que los dos se esfuercen, serán moderadamente felices porque, además, están en un momento de sus vidas en que ambos se necesitan.
      Otro abrazo para ti.

      Eliminar
  7. A mí, las películas antiguas de John Ford que conozco, las de los años treinta y primeros cuarenta con excepción de "Las uvas de la ira", me parecen demasiado sujetas a un esteticismo pictórico o expresionista en la puesta en escena. Por ejemplo, no soporto "El delator". Y por eso no me gustan tanto como cuando se libró de esa tendencia o supeditación. Sin embargo, la ausencia de esas excesivas composiciones formales algunos historiadores lo consideraron su decadencia estilística. He leído algunos estudios antiguos sobre este director y me producen entre risa y grima.
    "Mogambo", que me encanta, no sé si como dices se parece a las pelis de Hawks, es posible que sí, pero la considero una película libre y fresca como luego lo sería también en una línea aun más "La taberna del irlandés".
    Un abrazo.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Coincido contigo en que la famosa "EL DELATOR", tan emblemática para aquellos historiadores colgados en una determinada época e incapaces de percibir la evolución del cine de Ford, es una película devorada por su propia puesta en escena con un afán desmedido en la consecución de una atmósfera expresionista que, por momentos, consigue que parezca una película de Fritz Lang.
      Y bueno, lo dices, ahora es más que evidente que no se trataba de una "decadencia" de Ford sino de todo lo contrario. Aquellas tonterías sin perspectiva se escribían antes de que realizara las que luego han sido consideradas sus mejores películas, las rodadas a partir de "MY DARLING CLEMENTINE" hasta "SIETE MUJERES", PASANDO POR "CENTAUROS DEL DESIERTO" y "EL HOMBRE QUE MATÓ A LIBERTY VALANCE".
      Un abrazo.

      Eliminar
  8. Magnífica película. La vi con 15 años y quedé maravillada. Clark Gable, guapísimo. Me encantaba su forma de actuar.

    Un abrazo.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. En el Hollywood de la época dorada, Gable se hizo acreedor de un título que ningún otro actor recibió, me refiero a que era conocido como el "rey", y esta consideración la mantuvo hasta su muerte. Así que no me extraña que fueras una fan de él. No obstante, en "MOGAMBO" se permiten una chanza con su físico (imagino que con el beneplácito de Ava Gardner que era muy amiga suya) en la escena en que Eloise contempla a un elefantito juguetón y le susurra: "¿dónde he visto yo unas orejas como las tuyas?".
      Un abrazo.

      Eliminar